martes, 5 de noviembre de 2013

Puertas, cuadernos y ropa tendida

Mujer planchando, de Pablo Picasso
Lo mira por el hueco de la puerta. Literatura. 

El personaje está allí. Ella da vueltas. Limpia la mesa y friega los platos. Da un portazo que ni siquiera sabe bien interpretar. El personaje baja la cabeza. La página a medias. Al otro lado de la pared, los gritos de siempre, la violencia implícita de ese cerrojazo que, todos las tardes, abre la puerta al llanto. Los niños no han llegado todavía. Él cierra la puerta. Su mujer enciende la radio y masculla una plegaria. No perder. No callarse. No ablandarse. No decepcionar. 

Lo mira por el hueco de la puerta. Falta poco para que el frío regrese. El que se llama escritor aduce una razón perfecta para evadirse por un instante de su quehacer diario. Al otro al lado, el personaje imperfecto, el argumento.

El otro está allí. Ella da vueltas. El peso de su precondición salvaje. No domesticarse. No claudicar. Banderas de guerra en pie. Él sigue escribiendo. La historia no acaba y a veces le ahoga. Le gustaría abrazarla hasta partirla en dos, besarla hasta quedarse sin aire, pegar otro portazo y marcharse de una vez por todas. Se dicen -él primero y ella después- que no saben cuándo se prefiguró el desastre, cuándo se estuvo a tiempo de salvar la ropa y minimizar la pérdida. No, claro que no saben la respuesta. La noche es larga y en ese invierno llueve por primera vez. El frío se cuela por la ventana mal cerrada del salón. 

El otro, el que se llama escritor, cierra la puerta después del cuaderno. Qué demonios quiere contar con esa historia fragmentaria y seca... Sale a la calle con el ánimo tibio. Desea pasear un poco. Está desierta. Son las 23:58 y un coche de policía se detiene junto a él. Nada cambia, se dice. Aplaca su inquietud pelando el argumento. Se queda solo. El semáforo se pone en verde. Camina con las manos en los bolsillos y el cuello subido. Sin saber por qué, se siente feliz.

5 comentarios:

  1. Da frío leerte, esa es la sensación que me ha transmitido, fría esa casa, él que trata de hacer fluir esa historia que lleva dentro y no sabe como... Genial, de veras. Saludos!

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  2. Muy buen texto, Juan. Totalmente de acuerdo con lo que dice María José.

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  3. Muchas gracias,
    Un saludo.

    P.D.: No creas, yo también siento ese frío cuando escribo.

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  4. Enhorabuena Juan!! Este texto es espléndido y no sé porqué leyéndolo me ha venido a la mente un grande de la Literatura: Roberto Bolaño.
    De veras, muy buen trabajo.

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    1. Qué más quisiera, Señor/a Anónimo.
      Muchas gracias, de verdad.

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