tag:blogger.com,1999:blog-16287884496458965102024-03-05T21:30:51.718-08:00La Banda de los 4Juan Cruz Lópezhttp://www.blogger.com/profile/06968701469940955288noreply@blogger.comBlogger281125tag:blogger.com,1999:blog-1628788449645896510.post-27085922927582133052024-01-27T12:31:00.000-08:002024-01-27T12:36:03.464-08:00El fecundo legado de Philomena Franz<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9QYY8ZSvEKehcAgg_Q0grekQ10zloY-IYG0ybDiKc9CwWNUsKkvZquImymrvlhA80_APhH7RDdEfhJAt_ufe8xYiAKrvgYiigs7cfzuigVTVebEL30H4B6z_VA5xLD9e3XPVldrKilqLRX8Ikevu5uQTFJjncuQOem6qLgd04PIBJz8WG9p-LSrGsgkYe/s1920/FF.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1920" height="260" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9QYY8ZSvEKehcAgg_Q0grekQ10zloY-IYG0ybDiKc9CwWNUsKkvZquImymrvlhA80_APhH7RDdEfhJAt_ufe8xYiAKrvgYiigs7cfzuigVTVebEL30H4B6z_VA5xLD9e3XPVldrKilqLRX8Ikevu5uQTFJjncuQOem6qLgd04PIBJz8WG9p-LSrGsgkYe/w463-h260/FF.jpg" width="463" /></a></div><p></p><p>i </p><p><b>Philomena Franz</b> me mira desde el otro lado de la pantalla. Tenía una cita con ella desde hace bastante tiempo. Su libro ha sido uno de los que más me han sacudido de los últimos meses y no quería guardarlo sin anotar previamente unas líneas en el blog. Precisamente hoy se celebra el Día en Conmemoración de la Víctimas del Holocausto. Hoy, cuando las bombas no paran de caer sobre Gaza y el Estado de Israel prosigue con su limpieza étnica. Hoy, cuando buena parte de la población judía aplaude el genocidio palestino y otros tantos miran para otro lado, como si no fuera con ellos, exactamente igual que hicieron los alemanes cuando millones de judíos eran asesinados en las cámaras de gas. Hoy, cuando a pesar de las amenazas, la represión y el señalamiento público, no son pocos los judíos que alzan la voz contra el crimen y la ignominia.<br /></p><p>ii</p><p>Llegué a Philomena Franz a través de otra mujer gitana,<b> Ceija Stojka</b>. Las dos pasaron por los campos de concentración nazis, las dos estuvieron al borde de la muerte, las dos sobrevivieron y las dos acabaron narrando sus vivencias en varios libros y <a href="https://miholocausto.com/">documentales</a>. Philomena Franz lo hizo antes, en un libro maravilloso publicado en España por Xordica<i>: </i><a href="https://xordica.com/producto/entre-el-amor-y-el-odio/"><i>Entre el amor y el odio. Una vida gitana</i></a>; en una edición al cuidado de la investigadora <b>María Sierra</b>, autora también de <i>El holocausto gitano</i>. <br /></p><p>Medio millón de gitanos fueron asesinados por los nazis hasta 1945. La tragedia del pueblo romaní no recibió, ni de lejos, la merecida consideración que el holocausto judío. Lo cuenta María Sierra en el epílogo del libro:</p><p><span style="font-size: x-small;">Lo que sucedió en la posguerra con los sinti y los romaníes perseguidos por el nazismo fue muy distinto: la justicia alemana negó durante mucho tiempo que hubieran sido perseguidos colectivamente durante el nazismo por motivos raciales o ideológicos, considerando por el contrario que en la mayoría de los casos la detención habría sido realizada dentro de un legítimo combate gubernamental contra la delincuencia.</span></p><p>Terrible. Sin embargo, el valiente testimonio de mujeres como Philomena Franz y la lucha decidida de las asociaciones gitanas, lograron que el <a href="https://fakali.org/samudaripen-el-holocausto-gitano/">Porrajmos</a>, el holocausto gitano, no fuera barrido de la historia. Aunque, a pesar de lo anterior, me sigue pareciendo increíble que apenas si podamos encontrar información en internet sobre Joseph Eichberger, uno de los principales instigadores del genocidio romaní, el doctor Ritter, antropólogo que jugó un papel clave en la elaboración de informes supuestamente científicos que justificaban la inferioridad racial de los gitanos, o el <a href="https://encyclopedia.ushmm.org/content/es/photo/marzahn-internment-camp-for-roma-gypsies">campo de concentración de Marzahn</a>, destinado a recluir a la población gitana antes de la celebración de las Olimpiadas de Berlín de 1936.</p><p>iii</p><p>Philomena Franz escribe que cuando odiamos perdemos y que solo el amor puede salvarnos. Que una mujer como ella, que ha sido víctima de un odio desmedido e inhumano, afirme eso con tanta rotundidad, nos habla a las claras de la profunda humanidad de su legado, afirma la grandeza de su victoria contra el mal, pues, tal y como dice María Sierra, el campo de concentración pretendía deshumanizarlos, robarles su dignidad y su empatía, destruir los lazos sociales que tejen nuestra naturaleza, nuestra propia identidad de especie.<br /></p><p>Veo a Philomena Franz en esa foto, mirando calmada a la cámara, con la belleza y la serenidad de una mujer gitana con la que no han podido, que pasó por el mundo sembrando paz, y solo puedo querer imitar su ejemplo, multiplicar sus palabras y tener presente siempre su manera de entender el mundo.</p>Juan Cruz Lópezhttp://www.blogger.com/profile/06968701469940955288noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1628788449645896510.post-12456504607821132952023-12-30T10:28:00.000-08:002023-12-30T10:28:27.807-08:00Un cuchillo entre los dientes<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="433" data-original-width="770" height="222" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRt80HuWRBBvECWccs4dRcKRLjFg1HlFTI87L-c87Gxcad6x-eND4xwrRlwBR7175knUdlLPTIuFk3XbrXKiAR3CUcMt3jWaHFODjls295I5eDjaAt7AXvmowMCgt4-PAxD_ZIfcQPDmZC36kFBdzEzDuA3f9z1N6zjz0UWzrDMWvCzVpEefFiIEf2w0QO/w395-h222/antonio-jose-forte_770x433_acf_cropped.webp" width="395" /> </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: xx-small;">António José Forte (1931-1988)</span><br /></div><p></p><p> i</p><p>En el sueño, un niño <span>—</span>yo<span>—</span> arroja un palo con toda la fuerza que guarda en su pequeño cuerpo. Un perro negro, grande, de apariencia bonachón, va corriendo hacia él. Tú sales corriendo en dirección contraria. Sabes que hay algo más... Mientras corres, te giras y ves al perro, que ya es otro, correr hacia ti con un brazo ensangrentado en la boca.</p><p>Despiertas de repente. Tienes veinte años y pareciera que llevaras durmiendo un siglo. Pero no es así. Te has pasado toda la noche trabajando en ese bar que te está quitando la vida y has caído en la cama, apenas dos horas antes, como si estuvieras muerto. Y quizás lo estás, te dices mientras cierras la cafetera como si fuera una bomba de mortero.<br /></p><p>Pero cuál es tu trinchera.<br /></p><p>ii</p><p>No sabes dónde te encuentras. Seguramente sea una biblioteca, pero ignoras cuál. Hojeas un libro. Te detienes en la página donde se reproduce un cartel de la Gran Guerra: un soldado alemán, con un cuchillo entre los dientes, se arrastra por el suelo sin dejar de mirarte... Será precisamente entonces cuando empieces a escribir aquel relato sobre el coleccionista de rostros deformes; una pasión secreta que oculta a su mujer y que, sin saber muy bien por qué, le hace sentir culpable. Una culpabilidad con olor a gas mostaza.</p><p>iii</p><p><span>Abres un libro un año después: «aquí estás tal cual / eres exactamente tú el perro joven que nadie esperaba»; los versos de António José Forte destellan en la penúltima noche de este año al que has llegado vivo y todavía sin miedo. </span></p><p><span><i><b>Un cuchillo entre los dientes y otros textos</b></i>. Un compañero de <a href="https://www.facebook.com/GrupoSurrealistadeMadrid/">La Torre Magnética</a> lo pone entre mis manos como si fuera un arma. Yo lo abro como quien le quita el pañuelo a una bola de cristal. </span></p><p><span>Leo cada página con la sensación de haber sido bendecido con una suerte extraña, oscura y prodigiosa, que no acabo de entender, y que me hace salir indemne, si acaso algo magullado en las mejillas, tras leer estos poemas llenos de fuerza, magia y belleza.</span></p><p><span>iv</span></p><p><span>Miro al perro a la cara. Abre la boca y deja caer un brazo. Ladra. Se acerca a mí y le acaricio el lomo. No sé quién perdona a quién... El brazo, que primero fue palo, ahora es cuchillo y después serpiente. </span></p><p><span>Te lo recuerda Forte: </span><span>«Si todavía puedes oír la caracola de la infancia / oirás con certeza la señal de la partida</span><span>». A qué esperas.</span><span> </span></p>Juan Cruz Lópezhttp://www.blogger.com/profile/06968701469940955288noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1628788449645896510.post-16167485154212546822023-11-14T13:51:00.000-08:002023-11-14T23:32:10.375-08:00Eva Justin o la antropología del mal (I)<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJXDLEKIAkXo6ZKTJP1Op16SX9OJXQIJzpDRS0jLlc2qmeRVkzdUxT6VP4gfIFlMtqK4clZ1I0UGwcF3p9rlO9L4xEIXilJB-2lG6N0pzafzHyIjKGdHTX1ymO8psbUYijO10N8yNlwlx4uIYHlcUN5kgB90sD_Nx5DDjUWHsa9Yftxx3kw5X3Ah4QMmgK/s562/Eva%20Justin%20(9).jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="562" data-original-width="507" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJXDLEKIAkXo6ZKTJP1Op16SX9OJXQIJzpDRS0jLlc2qmeRVkzdUxT6VP4gfIFlMtqK4clZ1I0UGwcF3p9rlO9L4xEIXilJB-2lG6N0pzafzHyIjKGdHTX1ymO8psbUYijO10N8yNlwlx4uIYHlcUN5kgB90sD_Nx5DDjUWHsa9Yftxx3kw5X3Ah4QMmgK/s320/Eva%20Justin%20(9).jpg" width="289" /></a></div><p></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Eva Justin comprobando las características raciales de una mujer gitana, como parte de sus ''estudios raciales'' (Wikipedia)<br /></span></p><p> i</p><p>El personaje encuentra un nombre perdido en un relato de <b>Ceija Stojka</b>. Ese nombre es <b>Eva Justin</b>. En un primer momento, no sabe quién es. Solo sabe lo que le cuenta en el libro la pintora gitana que sobrevivió a los nazis. Resumen: Eva Justin, la antropóloga del mal.</p><p>ii</p><p>Diez años después, el personaje, cubierto de una manta para soportar el frío, se frota las manos buscando calor. Se le acabó el dinero. Todos los lujos fuera. Y la calefacción también. Tendrá que trabajar prácticamente aterido. En un par de semanas tiene que entregar un artículo para poder prolongar su beca. Vive en Berlín. Solo. Escribe una tesis sobre el legado macabro de Eva Justin. </p><p>Atrás su tiempo tranquilo en el calor de España, su padre y su novia, que ya no lo es, y el retrato de la madre muerta, en la mesa pequeña donde casi nunca suena el teléfono. Su madre, rubia, delgada, la hija del militar. La que saltó por la ventana. La que no pudo aguantar el tormento de un futuro predestinado, medido al milímetro, como el rostro de aquellas gitanas que interrogaba Justin, la científica social que quiso diseccionar las razas.</p><p>iii</p><p>Vayamos al artículo. El personaje escribe sobre el papel que jugó la antropología social en las políticas represivas de los totalitarismos en Europa durante la primera mitad del siglo XX. Antropología y fascismo. Antropología y nazismo. Antropología y estalinismo. </p><p>Eva Justin aparece en el texto, apenas pespunteada, a la sombra de <b>Robert Ritter</b> y <b>Josef Mengele</b>. Pero la sombra, en realidad, es la que arrastra él. El personaje se mira en el espejo del baño. Ha perdido peso y siente dolores fuertes en el estómago. No se alimenta bien. Sólo lee, estudia, escribe, pasa días enteros visitando archivos, dejándose la vista en cientos de páginas mecanografiadas con la tinta azulada donde se hundió la dignidad de un pueblo, Alemania. </p><p>El personaje se mira, decía, en un espejo que no refleja la náusea, el miedo pegajoso que a cada tanto le aturde, no le deja respirar. Se afixia y no sabe por qué. O sí. Cierra los ojos para no verse. En esa oscuridad está todo. <br /></p>Juan Cruz Lópezhttp://www.blogger.com/profile/06968701469940955288noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1628788449645896510.post-59375186606235779982023-10-15T05:10:00.000-07:002023-10-15T05:10:10.961-07:00Dos mujeres<p style="text-align: center;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8SjSpPrB0TZbQq7nlP6Nx_mA03mxsvJfAC4XO0jcdYaj9Iz7UkLxQp7lHcjBYyZ6ug_8pCkdKnLYigQxtML-1O5duj60Hy9PiZpfqDXtCxaOjOhGQJQIcPF8Ku9dCjERZITK9xXsOPu34_73IHN3RtldF9YLiqAoglPSUQb2kaSgxizYVpdOi2CT1gTic/s3841/3TL%20alta%20-%20copia.tif" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2361" data-original-width="3841" height="256" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8SjSpPrB0TZbQq7nlP6Nx_mA03mxsvJfAC4XO0jcdYaj9Iz7UkLxQp7lHcjBYyZ6ug_8pCkdKnLYigQxtML-1O5duj60Hy9PiZpfqDXtCxaOjOhGQJQIcPF8Ku9dCjERZITK9xXsOPu34_73IHN3RtldF9YLiqAoglPSUQb2kaSgxizYVpdOi2CT1gTic/w417-h256/3TL%20alta%20-%20copia.tif" width="417" /></a></div><p></p><p>i</p><p>Voy al trabajo. Aparco, me bajo del coche, cojo la mochila y salgo corriendo. Tengo cita con un investigador extranjero y no quiero llegar tarde. De camino, tiradas en un alcorque junto con restos de comida y ropa, encuentro tres fotos pequeñas, manchadas y muy combadas. Las cojo y las meto en mi mochila. No sé muy bien qué haré con ellas y tampoco pienso en ello, pero me las llevo a casa.</p><p>ii</p><p>Ha pasado una semana. Encuentro las tres fotografías en la pequeña carpeta donde guardo los papeles donde voy apuntando todas las tareas pendientes. Decido enseñárselas a unas amigas; son especialistas en archivos fotográficos y seguro que me sabrán decir cómo limpiarlas. Quedamos una tarde y se las muestro. Me dicen que las digitalice. Me explican un procedimiento sencillo de limpieza y las meto en un pequeño sobre negro. Esa es su mortaja ahora. Ya por la noche, en un receso de trabajo en la editorial, las miro de nuevo y me pregunto quiénes serán esas dos chicas que ahora me sonríen, pareciera que felices, enseñándome una pierna, invitándome a pensar que quizá no sea tan grave aquello que me preocupa.</p><p>iii</p><p>Limpio las fotos. Las digitalizo. El blanco y el negro se muestra con una viveza nueva. Quizá lleven razón, sí. Pienso en el libro del Tao, en los pasajes que cada noche leo con Araceli justo antes de dormirnos. No sé quiénes son estas mujeres y quizá no me importe, pero quiero creer que su sonrisa comunica un mensaje trasparente y limpio. Siento que puedo sacudirme el polvo, limpiarme los ojos y dejar que la ceniza se caiga al suelo, que nuble mis huellas pero no mi mirada. Quiero sentir la suerte de ser, de estar aquí, arropado, en este día luminoso, por el brillo del sol y el bullicio de la calle que se cuela por la ventana. </p><p>iv</p><p>Hay angustia. Hay dolor. Hay un mundo que no es justo y hace daño y es cruel y pesa, pesa mucho a veces... Pero es el único que hay. Y no es pequeño, sin embargo, ese regalo. Me lo han dicho dos mujeres. <br /></p>Juan Cruz Lópezhttp://www.blogger.com/profile/06968701469940955288noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1628788449645896510.post-91736664848784821012023-10-04T11:56:00.002-07:002023-10-04T12:04:02.937-07:00Editando a la contra: 10 años de Piedra Papel Libros<p><span style="font-family: inherit; font-size: small; line-height: 107%;">Os dejo</span><span style="font-family: inherit; font-size: small; line-height: 107%;"> por aquí el articulo que escribí para el número 60 de <i><a href="https://eltopo.org/wp-content/uploads/2023/09/eltopo60.pdf" target="_blank">El Topo</a></i>, periódico de los movimientos sociales sevillanos. Tuvieron la gentileza de interesarse por nuestro proyecto editorial y, sabiendo que este verano cumplíamos 10 años de andadura, nos pidieron un texto contando nuestra experiencia.</span></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-i2XN0nmyMHSvpoUhbsmNHr3Cvy-5hweB4f7soePAshoJCADQFNdmDAjm0khbMJea4Wy03PIcGz6urdtxSH-mKHfTs-X9YYA7T1pqEj3srJtv_WSnNoyovMYLXSSlFiR88ET2B8pn3dyzFFwOII38kBjHXO1NjRT5fUW4VYZkrZqbkkFeYi3tsgFnksrb/s2126/img39.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2126" data-original-width="1606" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-i2XN0nmyMHSvpoUhbsmNHr3Cvy-5hweB4f7soePAshoJCADQFNdmDAjm0khbMJea4Wy03PIcGz6urdtxSH-mKHfTs-X9YYA7T1pqEj3srJtv_WSnNoyovMYLXSSlFiR88ET2B8pn3dyzFFwOII38kBjHXO1NjRT5fUW4VYZkrZqbkkFeYi3tsgFnksrb/s320/img39.jpg" width="242" /></a><span style="font-size: xx-small;"> </span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: xx-small;"> Ilustración de <a href="https://www.instagram.com/alcaparra__" target="_blank">José Luis Alcaparra</a></span></div><p></p><p><i><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;"></span></i></p><p style="text-align: left;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: inherit;"><i><span style="line-height: 107%;"><b>Editando a la contra: 10 años de Piedra Papel Libros<br /></b></span></i></span></span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-size: small;"><i style="font-family: inherit;"><span style="line-height: 107%;">Hace 10 años, en un
verano que recordamos tan tórrido como este, echó a rodar Piedra Papel Libros,
un pequeño proyecto editorial, nacido en Jaén, cuya breve historia ejemplifica
a la perfección el difícil camino de la edición independiente en el Estado
español.</span></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-size: small;"><b style="font-family: inherit;"><span style="line-height: 107%;">Nacida entre fanzines</span></b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-family: inherit; font-size: small; line-height: 107%;">Si tuviéramos que decir cuáles fueron los cimientos de
la editorial, diríamos que una grapadora y una caja de grapas. Nada más. De
hecho, si echáramos mano de algunos de los manuales para emprendedores de los
que se pueden comprar en la Casa del Libro, podríamos concluir que no reuníamos
ninguno de los requisitos mínimos para poner en pie una editorial medianamente
seria.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-family: inherit; font-size: small; line-height: 107%;">Para empezar, no teníamos dinero para la inversión
inicial. Tampoco teníamos ordenadores potentes ni formación relacionada con el
manejo de los programas de diseño y edición imprescindibles para componer los
libros. Por otro lado, apenas si teníamos contactos en el sector del libro y,
lo peor, carecíamos de una idea de proyecto bien pensada y estructurada (líneas
editoriales, posibles colecciones, canales de distribución y otros aspectos imprescindibles
para<span style="color: red;"> </span>el quehacer diario de una editorial). </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-family: inherit; font-size: small; line-height: 107%;">Con estos mimbres, todo lo que podría salir mal
debería haber salido mal… Pero no fue así. Y no fue así, precisamente, porque
Piedra Papel nació como un proyecto sin miedo a desaparecer (nuestro lema es
«no nos dan miedo las ruinas»); un desapego que, por un lado, nos hizo no
tomarnos demasiado en serio y, por otro, favoreció que desde el minuto uno
editáramos lo que nos diera la gana. Y esto último, a la larga, ha sido lo que
ha garantizado la continuidad del proyecto, pues es lo que mantiene vivo el
fuego.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-family: inherit; font-size: small; line-height: 107%;">En todo caso, la editorial arrancó bajo el designio
punk del <i>do it yourself</i>. Ya no sólo es que apostáramos por el fanzine
como el mejor medio para toparnos con el muro de la industria editorial, sino
que, ya desde primera hora, pensamos que todo el trabajo de distribución tenía
que partir de nosotros mismos. Una locura si tenemos en cuenta que, a día de
hoy, es prácticamente utópico impulsar una iniciativa cultural vinculada al
mundo del libro que pretenda sortear el tutelaje de las grandes distribuidoras
comerciales. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-size: small;"><b style="font-family: inherit;"><span style="line-height: 107%;">Ventanitas a la historia secreta de los de
abajo</span></b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-family: inherit; font-size: small; line-height: 107%;">Los primeros textos que sacamos tenían dos cosas en
común: su brevedad y la especial historia de su producción. <i>El orden reina
en Berlín</i>, de Rosa Luxemburgo, que fue nuestro primer fanzine al margen de <i>COTARRO
</i>(un fanzine seriado del que sacamos 10 números), fue escrito de manera
apresurada por la revolucionaria comunista, mientras permanecía escondida en
casa de una simpatizante, pocas horas antes de ser asesinada por un grupo de <i>freikorps</i>.
Y nuestra segunda publicación, <i>El problema del poder en la revolución</i>,
fue la última conferencia que ofreció en público Andreu Nin, el dirigente del
Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM), justo una semana antes de ser
secuestrado y asesinado por los estalinistas. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-family: inherit; font-size: small; line-height: 107%;">A partir de entonces, pensamos que nuestro catálogo
podía empezar a tomar forma si seleccionábamos textos cortos de calidad, no
demasiado conocidos, que compartieran cierto espíritu insurgente y no perdieran
vigencia con el paso del tiempo. En esa onda, nos permitimos el lujo de editar
un cuento corto de Jack London, <i>El mexicano</i>, que cuenta la historia de
un joven boxeador que pelea en defensa de la revolución, y dos traducciones
cedidas por nuestro querido Canek Sánchez Guevara, nieto del Ché, que falleció
en 2015: <i>El espíritu corporativo</i>, de Georges Palante, y <i>Los vicios no
son crímenes</i>, de Lysander Spooner.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-family: inherit; font-size: small; line-height: 107%;">En realidad, y ya desde los primeros años de andadura
de Piedra Papel, la historia social y el ensayo político han sido las dos bazas
fuertes de la editorial. Textos breves, como decíamos, que poco a poco fueron
ganando paginación y que siempre hemos querido acompañar de cubiertas sobrias,
sencillas y atractivas, bien finalizadas a pesar de nuestra escasa formación en
arte y diseño.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-size: small;"><b style="font-family: inherit;"><span style="line-height: 107%;">Momento crítico</span></b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-family: inherit; font-size: small; line-height: 107%;">Pasaron un par de años hasta que pudimos tener una
decena de títulos con los que presentar nuestras primeras colecciones y mostrar
a nuestros lectores cuáles iban a ser las líneas editoriales que marcarían el
rumbo de nuestro proyecto. En ese tiempo, al margen de arrancar con nuestra
colección de relato y con la de poesía, tuvimos la suerte de publicar dos
títulos que nos dieron cierta proyección y permitieron que algunos medios de
comunicación se hicieran eco de nuestro trabajo; nos referimos a <i>Hartémonos
de amor ya que no podemos hartarnos de pan. Sexología y anarquismo</i>, de
Layla Martínez, y sobre todo <i>Contra el running. Corriendo hasta morir en la
ciudad postindustrial</i>, de Luis de la Cruz.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-family: inherit; font-size: small; line-height: 107%;">En ese momento, apenas si teníamos una decena de
librerías que vendieran nuestras ediciones y la mayor parte de nuestras ventas
provenía de las ferias del libro donde poníamos la mesa de la editorial, muchas
de ellas vinculadas al tejido cultural ácrata. También contamos con el apoyo
decidido y entusiasta de un pequeño grupo de lectores y lectoras que nos
compraban todo lo que íbamos sacando y que, incluso, nos anticipaban dinero en
concepto de preventa. Tampoco fueron despreciables los apoyos puntuales que nos
permitieron cerrar algunas cubiertas y la inestimable labor de promoción de
nuestros libros que, de forma desinteresada, hicieron algunos colectivos
sociales, organizaciones sindicales y páginas de contrainformación.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-family: inherit; font-size: small; line-height: 107%;">Pero conforme el proyecto iba ganando cuerpo (el
catálogo iba sumando títulos, aumentábamos la circulación de nuestros textos,
ganábamos lectores y puntos de venta…), la marcha de la editorial iba exigiendo
cada vez más horas de trabajo y llegó el punto en el que Juan, que asumió todo
el curro de la editorial en los primeros años y cuyo oficio de archivero no le
dejaba mucho tiempo disponible, barajó dejarlo a finales de 2016. Fue
precisamente en ese momento cuando Araceli se sumó al proyecto, abriendo nuevas
líneas de edición, mejorando el diseño editorial, consolidando los canales de
distribución de nuestros libros y, en general, asumiendo una parte importante
del trabajo que exigía Piedra Papel; lo que, al cabo, ya no sólo garantizó su
continuidad, sino que propició un impulso que nos hizo plantearnos la
posibilidad de hacernos un hueco en el mundillo de la edición independiente.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-family: inherit; font-size: small; line-height: 107%;">En definitiva, sería la incorporación de Araceli al
proyecto de Piedra Papel la que posibilitó que, justo a la mitad del camino, se
empezaran a sembrar muchas semillas cuyos frutos empezamos a recoger a día de
hoy. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-size: small;"><b style="font-family: inherit;"><span style="line-height: 107%;">Nunca perder el foco de lo importante</span></b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-family: inherit; font-size: small; line-height: 107%;">Con el paso del tiempo, nuestra pequeña editorial ha
ido cobrando forma y aunque seguimos siendo un proyecto muy pequeño, valoramos
lo que tenemos porque —como decíamos antes— partimos de cero totalmente. A día
de hoy, lucimos un catálogo con más de setenta títulos activos repartidos en
siete colecciones (Libros del Borde, Serie Transhistorias, Cuentos Secuaces,
Caja de Formas, Amarga Absenta, Fan de los Zines y SR). Junto a ello, hemos
logrado consolidar una red de distribución propia con casi cien puntos de venta
y seguimos estando presentes en un montón de ferias del libro y eventos
culturales vinculados al mundo de la edición. Por suerte, además, contamos con
un círculo de lectores y lectoras fieles, muy interesados en nuestras líneas
editoriales y que son los primeros en poner en valor lo que hacemos
públicamente; algo que valoramos de corazón, ya que logran que algunos de
nuestros títulos funcionen, aunque sea a pequeña escala, por el boca a boca y
las buenas críticas en redes sociales. Finalmente, hemos tenido la suerte de
rodearnos de una tribu de autores y autoras con quienes guardamos una relación
estrecha, generosa y colaborativa; un grupo humano del que aprendemos constantemente
y que mantiene viva nuestra curiosidad, alimentando nuestras ganas de aprender
y mejorar poquito a poco.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-family: inherit; font-size: small; line-height: 107%;">Llegados a este punto, lo importante —pensamos— de
haber sentado las bases de un proyecto editorial como el nuestro, es haber
intervenido políticamente en la sociedad en un momento histórico que
consideramos especialmente crítico para el devenir de la humanidad y los
ecosistemas. Y lo hemos hecho generando pensamiento antagonista, alimentando
debates necesarios, contribuyendo a la memoria histórica, rescatando personajes
olvidados, generando redes y, en definitiva, poniendo nuestro granito de arena
en la lucha por una sociedad más justa y libre; una lucha, en el plano cultural
e intelectual, que, como militantes del movimiento libertario, entendemos siempre
ha de tener los pies en el suelo, siempre ha de estar integrada en un esfuerzo
superior, real, por cambiar las condiciones de vida de las personas aquí y
ahora. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-size: small;"><b style="font-family: inherit;"><span style="line-height: 107%;">Redes de apoyo mutuo</span></b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-family: inherit; font-size: small; line-height: 107%;">Por otro lado, y más allá de cómo nos enriquecen las
preguntas que nos vamos encontrando en el camino, una de las pocas respuestas
que hemos cosechado en estos diez años de andadura es que no podemos hacer nada
solos. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-family: inherit; font-size: small; line-height: 107%;">Efectivamente, pensamos que para tener sentido como
proyecto editorial de inspiración libertaria, necesitamos trabajar por la
consolidación de un tejido editorial autónomo, desobediente, estrechamente
unido a las luchas de los movimientos sociales, que tenga como aspiración
última intervenir en la sociedad en provecho de la mayoría social; un tejido
cultural formado por lectoras, autores, colectivos, organizaciones, imprentas,
editoriales, librerías, bibliotecas sociales, archivos, revistas, fanzines,
periódicos, divulgadoras…, que, aprovechando su complejidad, amplitud y
diversidad de enfoques, sea capaz de socializar ideas, estrategias y prácticas
políticas que logren resquebrajar la hegemonía cultural del capitalismo.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-family: inherit; font-size: small; line-height: 107%;">Como no paran de repetirnos investigadores como
Alejandro Civantos, autor en nuestra editorial de <i>La enciclopedia del
obrero. La revolución editorial anarquista (1881-1923)</i>, hubo un tiempo, no
demasiado lejano, en el que los desposeídos y las desposeídas, entendieron que
sólo era posible derrotar al Estado y al capitalismo si se le oponía un pueblo
unido, fuerte y autoemancipado, cuya conciencia social habría de adquirirse
bien lejos de las tabernas y los púlpitos; un pueblo que arrancaría de las
garras del poder sus propias herramientas de liberación, construyendo un tejido
cultural autónomo, independiente, igualmente soberano, donde el mundo del libro
jugaría un papel clave. Y se pusieron a ello con toda la fuerza del mundo. Solo
las armas y la represión más atroz, acabaron con ese sueño… Aunque, muy a su
pesar, no lo consiguieron del todo.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-family: inherit; font-size: small; line-height: 107%;">Al fin y al cabo, ese antiguo sueño, el de amasar una
cultura redentora, que detenga el proceso de alienación y nos aporte
herramientas de análisis para comprender el mundo y, a partir de ahí, combatir
la injusticia, sigue vigente a día de hoy. De hecho, somos muchos, somos
muchas, quienes pasamos la vida, se diría que alegremente, en ese empeño cuyo
final no acabamos de intuir nunca. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-family: inherit; font-size: small; line-height: 107%;">No quisiéramos despedirnos sin agradecer a los
compañeros y compañeras de <i>El Topo</i>, que comparten barricada con
nosotras, la posibilidad de contar nuestra pequeña historia en un medio tan
necesario, tan bonito, como su periódico. ¡Gracias! ¡Ah! Y muchas felicidades,
que un pajarito nos ha dicho que <i>El Topo</i> también celebra su décimo
aniversario. ¡Larga vida!</span><span style="font-family: inherit; font-size: small; line-height: 107%;"><span style="mso-spacerun: yes;"><br /></span></span></p>
Juan Cruz Lópezhttp://www.blogger.com/profile/06968701469940955288noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1628788449645896510.post-64941416622640094522023-09-16T02:47:00.003-07:002023-09-16T02:53:56.606-07:00Diez años de piedra, diez años de papel<p style="text-align: center;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLa4tHEfyeBU9_nod4IpSoag9eyhb62zzfqAzanttwhW9p2ZbtWoVoA4NJ9o0rQQO1WCCwnWaqprb5gmh5CcR7J--kK_DhvHQsJPPy0MCbnSjhlW8rAEm_LTfR406YYgADssVOmXX4dE0PvJFVPeCP19EDYa1I2-A20RjYOgNtFz9lJUJJOPAJjSKuPHQX/s2200/10-a%C3%B1os-con-tilde-bien.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2200" data-original-width="2200" height="342" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLa4tHEfyeBU9_nod4IpSoag9eyhb62zzfqAzanttwhW9p2ZbtWoVoA4NJ9o0rQQO1WCCwnWaqprb5gmh5CcR7J--kK_DhvHQsJPPy0MCbnSjhlW8rAEm_LTfR406YYgADssVOmXX4dE0PvJFVPeCP19EDYa1I2-A20RjYOgNtFz9lJUJJOPAJjSKuPHQX/w342-h342/10-a%C3%B1os-con-tilde-bien.jpg" width="342" /></a></div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh68LY8mt-3FGTBU3Xce9xzsikFbUg3j4NLiRjIPkE3p-gQ_4E5VT10gnYj8R1XlPgd-sahzmoD1cXQeqEqBS2FOPlvBwt7ASMnACpLPnuVFcvRRru124h3ye-2vD6RH7Zy5zXqoyy-peMtdi1FW8guNK2NU_WSOOALvEVL272GiEylgUYsAqAitUuF3vkn/s7500/Camiseta%20PPL.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"></a></div><p></p><p>i</p><p>El 10 es un número importante para Piedra Papel. Quizás, no sé, porque me recuerda al mismo nombre de la editorial: el 1 sería la piedra y el 0 el papel, alguno de los dos sería Araceli y el otro sería yo. Pero también por otras cosas. Diez fueron los números que edité de <i><a href="https://issuu.com/piedrapapellibros/stacks/ea356757b2204a35938a92397c309cb5" target="_blank">COTARRO</a></i>, aquel fanzine con el que empezó nuestra pequeña aventura editorial. Y otros diez fueron los poemarios que formaron para de la colección <a href="https://piedrapapellibros.com/caja-de-formas-2/" target="_blank">Caja de Formas</a>, también extinta ahora; una colección preciosa, pensada con acierto, que nos ha permitido juntar en un mismo juego a un buen puñado de poetas que admiramos.</p><p>El caso es que <a href="https://www.todoporhacer.org/entrevista-piedra-papel-libros/" target="_blank">Piedra Papel Libros cumple 10 años</a> de andadura y vamos a celebrarlo con nuestros autores, libreros, colaboradores y lectores más queridos. </p><p>ii</p><p>Me asomo un rato al <i><a href="https://diariodeuneditorlumpen.wordpress.com/" target="_blank">Diario de un editor de piedra</a></i> (en otro tiempo llamado <i>Diario de un editor lumpen</i>), el blog que mantuve de manera intermitente desde diciembre de 2014 a diciembre de 2021, y, en cierto sentido, me alegra ver que algunos post siguen leyéndose bien. Quién sabe, a lo mejor sería interesante imprimir las entradas del diario, revisarlas un poco y, tal vez más adelante, plantearse una publicación en papel que pudiera ser útil, o al menos sugestiva, para quienes estén interesados en tirar para adelante con un proyecto editorial parecido al nuestro.</p><p>iii</p><p>Hace unas semanas me pasé un día entero escribiendo un artículo para un periódico que nos pidió un texto sobre la breve historia de la editorial. Aunque apenas si tenía tiempo y estaba bastante cansado, al final disfruté de su escritura porque, en cierta forma, hemos perdido la costumbre de pensar en el camino que recorren los proyectos que ponemos en marcha. Y más en un sector, como el del libro, que parece vivir de alimentar la máquina de novedades de manera compulsiva.</p><p>Quizá yo mismo tenga que aprender a pensarme como he pensado la historia reciente de mi propia editorial: con cariño, pero sin autocomplacencia. Y aplicarme el cuento de nuestros propios lemas: <span>«no nos dan miedo lar ruinas» y </span><span>«el futuro no está escrito, el pasado tampoco».</span></p><p><span>iv</span></p><p><span>Venga, que hay que ponerse en marcha... Quería un nombre que nos hiciera pensar en la dureza de las ideas, en cómo se pueden utilizar para luchar, aun en una situación precaria, y pensé en una bola de papel que, al lanzarla, pudiera atravesar un muro. Y aquí estamos, una década más tarde, con una piedra de papel entre las manos.<br /></span></p>Juan Cruz Lópezhttp://www.blogger.com/profile/06968701469940955288noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1628788449645896510.post-90897352868082578512023-09-03T01:15:00.000-07:002023-09-03T01:15:17.433-07:00Ningún país fue para viejos. Sobre el origen del concepto «envejecimiento poblacional»<p style="text-align: left;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: inherit; line-height: 107%;">Después de terminar <i><a href="https://descontrol.cat/portfolio/edades-de-tercera/" target="_blank">Edades de tercera</a></i> (Descontrol, 2022), me quedé con ganas de ampliar algunas partes del ensayo relacionadas con el origen histórico de algunos términos, como «envejecimiento demográfico», que son claves para entender muchos debates actuales en torno a la vejez. Por eso me decidí a escribir este artículo que se publicó hace una semana en <i><a href="https://serhistorico.net/2023/08/27/ningun-pais-fue-para-viejos-sobre-el-origen-del-concepto-envejecimiento-poblacional/" target="_blank">Ser Histórico - Portal de Historia</a></i>. </span></span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-size: small;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: small;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqDZpGFFeIjPVXYUnMqBEEXhcAYyFXGzxtMYUTz3TUQN2UrNvhjTaTjomJRcAvKtRVa3rJbfP93dGGzBFrq75iuJaIqJg4BZPAWKdXjta6LV0jqXoFHc7B1HDU0Vd_97xBnp5qokyuZxy_KuCdilTIf-ys-ILqfLNtC_aotYPA-kIv_3d8EbxdKhzNNGH8/s720/El%20sastre%20del%20pueblo.%20Albert%20Anker.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="563" height="381" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqDZpGFFeIjPVXYUnMqBEEXhcAYyFXGzxtMYUTz3TUQN2UrNvhjTaTjomJRcAvKtRVa3rJbfP93dGGzBFrq75iuJaIqJg4BZPAWKdXjta6LV0jqXoFHc7B1HDU0Vd_97xBnp5qokyuZxy_KuCdilTIf-ys-ILqfLNtC_aotYPA-kIv_3d8EbxdKhzNNGH8/w298-h381/El%20sastre%20del%20pueblo.%20Albert%20Anker.jpg" width="298" /></a><span style="font-size: x-small;"><i> </i></span></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: x-small;"><i>El sastre del pueblo</i> (1894), Albert Anker</span><span style="font-size: small;"><span style="font-family: inherit; line-height: 107%;"> <br /></span></span></span></div><p></p><p style="text-align: left;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: inherit; line-height: 107%;"><b>Ningún país fue para viejos. Sobre el origen del concepto «envejecimiento poblacional»</b></span></span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: inherit; line-height: 107%;">1999 marca un hito en la estrecha y conflictiva
relación entre la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la cuestión
demográfica. El año previo a la finalización del siglo XX fue declarado Año
Internacional de las Personas de Edad y fue el pistoletazo de salida a todo el
trabajo de análisis estratégico emprendido por esta institución en relación al
llamado <i>envejecimiento demográfico</i><a href="#_ftn1" name="_ftnref1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 107%;">[1]</span></span></span></span></span></a>.
Atrás quedaban los años oscuros en que la organización internacional, a través
del Fondo de la ONU para la Población (UNFPA), se empleó a fondo para luchar
contra la </span><span style="font-family: inherit;"><a href="https://www.aceprensa.com/sociedad/poblacion/una-historia-del-control-de-la-poblacion/"><i><span style="line-height: 107%;">bomba
poblacional</span></i></a><span style="line-height: 107%;"> de los países del Tercer Mundo
(favoreciendo, incluso, la puesta en marcha de programas de esterilización
masiva).</span></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: inherit; line-height: 107%;">A partir de entonces, han sido muchos los </span><span style="font-family: inherit;"><a href="https://population.un.org/wpp/"><span style="line-height: 107%;">estudios demográficos elaborados por
la ONU</span></a><span style="line-height: 107%;">; análisis rigurosos donde destacan las proyecciones
de población para los próximos años. En estas proyecciones, por ejemplo, España
aparece como uno de los países más envejecidos del mundo en el año 2050.</span></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: inherit; line-height: 107%;">Sin embargo, estos datos no han servido para que las
cuestiones relacionadas con el envejecimiento poblacional estén en la primera
línea del debate público en nuestro país de forma explícita. Por el contrario,
ha tenido que ser una cuestión sobrevenida la que ha favorecido, al menos
durante un periodo de tiempo, que los problemas de la vejez y el proceso de
envejecimiento hayan suscitado el interés de los medios de comunicación de
masas; nos referimos, claro está, al episodio relacionado con el </span><span style="font-family: inherit;"><a href="https://doc.es.amnesty.org/ms-opac/doc?q=Abandonadas+a+su+suerte.+La+desprotecci%C3%B3n+y+discriminaci%C3%B3n+de+las+personas+mayores+en+residencias+durante+la+pandemia+covid-19+en+Espa%C3%B1a"><span style="line-height: 107%;">fallecimiento
de miles de ancianos en las residencias</span></a><span style="line-height: 107%;"> a consecuencia de la gestión
política de la pandemia provocada por el coronavirus.</span></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: inherit; line-height: 107%;">Sin embargo, a poco que rasquemos por debajo de los
titulares de prensa, nos daremos cuenta de que la cuestión del envejecimiento
poblacional está detrás de muchos de los debates recurrentes de nuestra sociedad;
debates como los relacionados con la dependencia y los cuidados, las
residencias de ancianos, la supervivencia del sistema de pensiones, el sistema
de salud público, los modelos de familia, la violencia contra los mayores,
etcétera. </span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: inherit; line-height: 107%;">Por otro lado, el uso político, explícito y
envenenado, del concepto de envejecimiento poblacional de las naciones
occidentales, resulta clave para la articulación de los discursos de la
extrema-derecha más radicales, como el vinculado a la tesis conspirativa del
llamado </span><span style="font-family: inherit;"><a href="https://www.eldiario.es/internacional/theguardian/ideologia-mortal-popularizo-teoria-gran-reemplazo_1_9070980.html"><i><span style="line-height: 107%;">Gran
Reemplazo</span></i></a><span style="line-height: 107%;">; una tesis con especial predicamento en
países como Francia, Estados Unidos, Alemania y los países escandinavos.</span></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: inherit; line-height: 107%;">Llegados a este punto, y teniendo en cuenta el papel fundamental
que el concepto de envejecimiento poblacional juega en buena parte de los
debates actuales, resulta interesante plantearse cuál ha sido el proceso
histórico que está detrás de la construcción teórica de este axioma de la demografía
contemporánea.</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-size: small;"><b style="font-family: inherit;"><span style="line-height: 107%;">Una historia de la Francia del XVIII y el
XIX</span></b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: inherit; line-height: 107%;">Siguiendo las investigaciones de Patrice Bourdelais<a href="#_ftn2" name="_ftnref2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 107%;">[2]</span></span></span></span></a>, reputado demógrafo
francés que dirigió hasta 2018 el Institut des Sciences Humaines et Sociales
(InSHS), durante el siglo XVII, debido al reforzamiento del proceso de
centralización del Estado francés y al desarrollo de una administración que se
pretendía más efectiva, por lo que tenía de fiscalizadora, la administración
francesa favoreció la puesta en marcha de herramientas estadísticas de carácter
demográfico que empezaron a utilizarse en las colonias y luego aterrizaron la
metrópoli. El </span><span style="font-family: inherit;"><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Vauban"><span style="line-height: 107%;">Marqués
de Vauban (1633-1707)</span></a><span style="line-height: 107%;"> y </span><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Jean-Baptiste_Colbert"><span style="line-height: 107%;">Jean-Bastiste
Colbert (1619-1683)</span></a><span style="line-height: 107%;"> tuvieron un papel protagonista en el
impulso de estas medidas de análisis demográfico. </span></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: inherit; line-height: 107%;">Hasta 1795, Francia fue el país más poblado de Europa,
incluida Rusia. Sin embargo, a finales del siglo XVIII el control voluntario de
la natalidad comenzó a practicarse de manera generalizada entre los estamentos
más acomodados de la sociedad francesa. Una práctica que empezó a extenderse al
conjunto de la población desde principios del siglo XIX. Teniendo en cuenta
esto, en 1866 y en un contexto europeo marcado por la hostilidad
franco-prusiana y la carrera imperialista, los territorios que en 1871
quedarían unificados bajo la bandera alemana, pasaron a superar en población a
Francia, lo que sin duda pasó a formar parte de las preocupaciones de las
élites francesas de finales del siglo XIX.</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: inherit; line-height: 107%;">Fue entonces cuando un demógrafo, </span><span style="font-family: inherit;"><a href="https://ca.wikipedia.org/wiki/Jacques_Bertillon"><span style="line-height: 107%;">Jacques Bertillon
(1851-1922)</span></a><span style="line-height: 107%;">, empezó a postular la teoría que
problematizaba, en clave nacional, el aumento de la edad media de la población
francesa provocado por el descenso de la mortalidad, el incremento de las tasas
de población envejecida y el paulatino descenso de las tasas de natalidad.
Según este razonamiento, la población francesa, es decir, Francia, se estaba
haciendo más vieja, más débil y, por tanto, menos capaz de competir con las
naciones rivales de su entorno. Una teoría que, dicho sea de paso, no escapaba
al socialdarwinismo de la época y, entre otras consecuencias, favorecía la
desvalorización social de los ancianos.</span></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-size: small;"><b style="font-family: inherit;"><span style="line-height: 107%;">Natalismo patriótico VS. Neomalthusianismo
obrero</span></b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: inherit; line-height: 107%;">Serían precisamente las propuestas teóricas de
Bertillon, las que servirían de argumentario político a las organizaciones
patrióticas —como la Alianza Nacional para el Crecimiento de la Población
Francesa<a name="_Hlk143890195"></a><a href="#_ftn3" name="_ftnref3" title=""><span><span class="MsoFootnoteReference"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 107%;">[3]</span></span></span></span></span></a><span>—</span> que conformaron el muy activo lobby
natalista francés. </span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: inherit; line-height: 107%;">Estas organizaciones, conectadas a un importante
sector de las élites sociales y económicas de Francia, presionaron para el
establecimiento de políticas públicas que incentivaran la natalidad y limitaran
la contracepción, con el objetivo, según ellos, de frenar el debilitamiento del
país provocado por el proceso de envejecimiento demográfico.</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: inherit; line-height: 107%;">Como no podía ser de otra manera, la intervención
política de estas agencias acabó por colisionar frontalmente con aquellos
sectores, intelectuales y sociales, que ya a principios del siglo XX defendían
las tesis neomalthusianas<a href="#_ftn4" name="_ftnref4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 107%;">[4]</span></span></span></span></a>. Estas últimas abogaban
por enfrentar el problema de la pobreza de las familias obreras a través de la <i>procreación
consciente</i>, lo que, entre otras cosas, implicaba una apuesta por la
separación entre sexo y reproducción, el fomento de la educación sexual y la
socialización de toda una serie de valores que, finalmente, favorecían la
autogestión de la salud de la clase trabajadora<a href="#_ftn5" name="_ftnref5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 107%;">[5]</span></span></span></span></a>.</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: inherit; line-height: 107%;">Hay que tener en cuenta que fue en 1896, en el mismo
año en el que se creaba la Alianza Nacional para el Crecimiento de la Población
Francesa, cuando nacía la Liga Neomalthusiana francesa, que solo cuatro años
después, en 1900, impulsaría el primer Congreso Neomalthusiano Internacional,
celebrado en París. Un congreso que, a la postre, resultó clave para la
difusión del ideario neomalthusiano. De hecho, fue poco después, en 1904, cuando
se creó la Liga Neomalthusiana Ibérica, impulsada por el médico anarquista
catalán </span><span style="font-family: inherit;"><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Luis_Bulffi_de_Quintana"><span style="line-height: 107%;">Luis
Bulffi de Quintana (1867-192?)</span></a><span style="line-height: 107%;">. Según Layla Martínez,
en 1905 esta liga ya contaba con treinta y seis secciones, distribuidas por
toda la península, que «realizaban labores de educación sexual y de difusión de
las tesis de procreación consciente, poniendo especial énfasis en los métodos
anticonceptivos y en la necesidad de que las mujeres decidieran sobre sus
embarazos<a href="#_ftn6" name="_ftnref6" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 107%;">[6]</span></span></span></span></a>». </span></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: inherit; line-height: 107%;">Hablamos, por tanto, de todo un despliegue de
propuestas que, en buena medida, fue factible gracias al papel jugado por
publicaciones periódicas como <i>Salud y Fuerza</i>, <i>Iniciales</i>, <i>Generación
Consciente</i> o, ya a partir de 1927, <i>Estudios</i>; periódicos y revistas
de cuidada edición, tiradas generosas y amplia distribución que, como revelan
los trabajos de investigadores como Alejandro Civantos<a href="#_ftn7" name="_ftnref7" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 107%;">[7]</span></span></span></span></a>, formaron parte de la
pléyade de cabeceras que animaron el riquísimo universo cultural del anarquismo
ibérico del primer tercio del siglo XX.</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: inherit; line-height: 107%;">En la práctica, desde finales del siglo XIX hasta bien
entrado el siglo XX, asistimos a la pugna, también en el terreno de la
demografía, de dos modelos sociales antagónicos. El primero, representado por
el patriotismo natalista, tomaba como referencia a la nación francesa y,
partiendo del por entonces balbuceante concepto de <i>envejecimiento
demográfico</i>, abogaba por la puesta en marcha de medidas que favoreciesen el
aumento de la natalidad y, por ende, contribuyeran al descenso de la edad media
de la población francesa; algo que, por un lado, pretendía garantizar la
primacía de Francia en la carrera imperialista (lo cual satisfacía los
intereses del ejército y los grandes industriales) y, por otro, alimentaba el
argumentario religioso que perseguía la contracepción y la educación sexual.</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: inherit; line-height: 107%;">Frente a ello, el movimiento neomalthusiano, en
especial el de inspiración ácrata, tomaba como referente a la clase obrera
internacional y pretendía divulgar entre los trabajadores y trabajadoras la
idea de procreación consciente. Esta propuesta, que aspiraba a convertirse en una
herramienta más en la lucha contra la miseria obrera<a href="#_ftn8" name="_ftnref8" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 107%;">[8]</span></span></span></span></a>, abría un horizonte
emancipatorio para las mujeres y, de manera lógica, se insertaba a la
perfección en un movimiento integral, como el anarquista, marcadamente
internacionalista, antibelicista y enemigo acérrimo del poder político de las
instituciones eclesiásticas.</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-size: small;"><b style="font-family: inherit;"><span style="line-height: 107%;">Reverberaciones políticas actuales</span></b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: inherit; line-height: 107%;">Tal y como indica el demógrafo Julio Pérez Díaz en su
blog, </span><span style="font-family: inherit;"><a href="https://apuntesdedemografia.com/envejecimiento-demografico/que-es/447-2/"><i><span style="line-height: 107%;">Apuntes
de Demografía</span></i></a><span style="line-height: 107%;">, a pesar de que el aumento de la edad media
de la población había sido problematizado mucho antes del siglo XX, sería en
1928 cuando el prestigioso demógrafo </span><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Alfred_Sauvy"><span style="line-height: 107%;">Alfred Sauvy (1898-1990)</span></a><span style="line-height: 107%;">
—que posteriormente sería conocido por acuñar el término <i>Tercer Mundo</i>— empezó a utilizar de manera prolija la expresión
«envejecimiento progresivo» de la población; una idea que, ya en 1946,
facilitaría la aparición y normalización del término «envejecimiento
demográfico» a través de su uso en la revista <i>Population</i>, una de las
publicaciones periódicas sobre demografía más prestigiosas a nivel
internacional.</span></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: inherit; line-height: 107%;">Casi 80 años después, el término envejecimiento
poblacional, libre de polvo y paja, se sigue blandiendo como una espada por
aquellos actores políticos que, mientras alertan del “ocaso de Europa”
(denunciando la “invasión migratoria” y la supuesta desaparición de los valores
del cristianismo), ignoran las consecuencias del imperialismo occidental,
aplauden las políticas neocoloniales que expolian a los países periféricos y,
para más inri, promueven las medidas económicas de carácter neoliberal que
precarizan la vida de los jóvenes, contribuyendo con ello al desarrollo de las
condiciones generales que dificultan la natalidad y, por tanto, favorecen el
aumento de la edad media poblacional<a href="#_ftn9" name="_ftnref9" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 107%;">[9]</span></span></span></span></a>.</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: inherit; line-height: 107%;">Por otro lado, buena parte de las propuestas del
movimiento neomalthusiano, incorporadas —como veíamos anteriormente— con
especial predilección por el anarquismo internacional a su fecundo acervo de
prácticas de intervención política, han permeado en otros movimientos sociales,
como el feminista, que las hicieron suyas desde su conformación, desplegándolas
de forma autónoma y, en no pocas ocasiones, ignorando su genealogía obrera y
libertaria.</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: inherit; line-height: 107%;">Finalmente, el anarquismo actual, que antaño pareció
interesarse por todo aquello que condicionaba la vida de las clases populares,
parece haber dado la espalda a la reflexión teórica en torno al tema capital de
la demografía; ignorando, quizá, la acuciante necesidad de incorporar su imaginario
humanista y su enfoque revolucionario al debate político en torno al futuro de
la población mundial. Un futuro, como siempre en pugna, donde no solo se ven
amenazados los códigos culturales que contemplan la inalienable dignidad de las
personas mayores, sino también las mismas bases de la vida humana sobre la
tierra. <span> </span></span><span style="font-family: inherit;"><span> </span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: inherit;"><span> </span><br clear="all" /></span></span>
</p><div style="text-align: left;"><hr size="1" style="text-align: left;" width="33%" />
<div id="ftn1"><p>
</p><p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: x-small;"><a href="#_ftnref1" name="_ftn1" style="font-family: inherit;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 107%;">[1]</span></span></span></span></a><span style="font-family: inherit;"> Para no
extendernos mucho, diremos que el envejecimiento demográfico es el concepto que
alude al aumento de la media de edad de una población determinada. Asociado a
la modernización del régimen demográfico, es una de las características de la
demografía de los países desarrollados.</span></span></p><p>
</p></div>
<div id="ftn2"><p>
</p><p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: x-small;"><a href="#_ftnref2" name="_ftn2" style="font-family: inherit;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 107%;">[2]</span></span></span></span></a><span style="font-family: inherit;"> Para el
artículo que nos ocupa, hemos seguido fundamentalmente uno de los interesantes
trabajos de Bourdelais, <span>«Las claves históricas del natalismo. Francia, siglos XVII-XX»,
incluido como capítulo en <i>Invasión migratoria y envejecimiento demográfico.
Dos mitos contemporáneos</i>, Isidro Dubert y Antía Pérez-Caramés (coordinadores).
Catarata. Madrid: 2021.</span></span></span></p><p>
</p></div>
<div id="ftn3"><p>
</p><p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: x-small;"><a href="#_ftnref3" name="_ftn3" style="font-family: inherit;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 107%;">[3]</span></span></span></span></a><span style="font-family: inherit;"> Fundada
en 1896, el propio Jacques Bertillon fue uno de los fundadores de la Alianza. Su
capacidad de influencia en política francesa será innegable, sobre todo durante
la primera mitad del siglo XX. La aprobación del llamado Código de la Familia
(1939) fue una de sus grandes victorias.<span>
</span></span></span></p><p>
</p></div>
<div id="ftn4"><p>
</p><p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: x-small;"><a href="#_ftnref4" name="_ftn4" style="font-family: inherit;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 107%;">[4]</span></span></span></span></a><span style="font-family: inherit;"> Para un
acercamiento a la relación entre neomalthusianismo y movimiento obrero,
especialmente el de inspiración ácrata, recomendamos los trabajos de Eduard
Masjuan; sobre todo<i>, La ecología humana en el anarquismo ibérico</i>
(Icaria, Barcelona: 2000). <span> </span></span></span></p><p>
</p></div>
<div id="ftn5"><p>
</p><p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: x-small;"><a href="#_ftnref5" name="_ftn5" style="font-family: inherit;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 107%;">[5]</span></span></span></span></a><span style="font-family: inherit;"> Será
este el momento en el que corrientes como el higienismo o el naturismo
empezarán a tener cada vez más predicamento entre las clases trabajadoras,
sobre todo del sur de Europa.</span></span></p><p>
</p></div>
<div id="ftn6"><p>
</p><p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: x-small;"><a href="#_ftnref6" name="_ftn6" style="font-family: inherit;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 107%;">[6]</span></span></span></span></a><span style="font-family: inherit;"> <i>Hartémonos
de amor ya que no podemos hartarnos de pan. Sexología y anarquismo.</i> Layla
Martínez Vicente. Piedra Papel Libros. Jaén: 2014.</span></span></p><p>
</p></div>
<div id="ftn7"><p>
</p><p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: x-small;"><a href="#_ftnref7" name="_ftn7" style="font-family: inherit;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 107%;">[7]</span></span></span></span></a><span style="font-family: inherit;"> <i>Leer
en rojo. Auge y caída del libro obrero (1917-1931</i>), editado por la FAL en
2017, y <i>La enciclopedia del obrero. La revolución editorial anarquista
(1881-1923)</i>, publicado por Piedra Papel Libros en 2022, son dos de los
trabajos de Alejandro Civantos que abordan la dimensión cultural del anarquismo
ibérico.</span></span></p><p>
</p></div>
<div id="ftn8"><p>
</p><p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: x-small;"><a href="#_ftnref8" name="_ftn8" style="font-family: inherit;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 107%;">[8]</span></span></span></span></a><span style="font-family: inherit;"> A pesar
de que el movimiento neomalthusiano tuvo una clara influencia en el movimiento
libertario a nivel internacional, también hubo sectores del anarquismo que, por
diversos factores, se opusieron a sus tesis. Para rastrear, por ejemplo, el antimalthusianismo
de Kropotkin, recomendamos la lectura de <span>«Eugenesia y anarquismo en el primer
neomalthusianismo libertario barcelonés, 1896-1915», de Álvaro Girón-Sierra, en
<i>História, Ciência, Saúde – Manguihos</i>,
Río de Janeiro (Brasil), v. 25, supl., ago. 2018, p. 87-103.</span></span></span></p><p>
</p></div>
<div id="ftn9" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: x-small;"><a href="#_ftnref9" name="_ftn9" style="font-family: inherit;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 107%;">[9]</span></span></span></span></a><span style="font-family: inherit;"> Un
certero acercamiento a las causas de la baja natalidad en España lo encontramos
en <a name="_Hlk143945458"><span>«</span></a><span>Las causas de la muy baja fecundidad
en la España actual», Teresa Castro-Martín, Teresa Martín-García, Julia
Cordero, Marta Seiz y Cristina Suero, en <i>Invasión
migratoria y envejecimiento demográfico. Dos mitos contemporáneos</i>, de
Isidro Dubert y Antía Pérez-Caramés (coordinadores). Catarata. Madrid: 2021.</span></span></span></p>
</div>
</div>
Juan Cruz Lópezhttp://www.blogger.com/profile/06968701469940955288noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1628788449645896510.post-85792159824882293142023-08-26T05:41:00.004-07:002023-08-26T05:50:48.642-07:00Pianos, pinceles y cartas de amor: algunas notas sobre el amor/vida y el amor/muerte<p style="text-align: left;"><span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgD_6x9CZwXmr0zZJMvpH-w5wtv_lhL-M5QOvmrJwh_KvBBdSXu_iHlVSE89BdBSgLd_qnHolJUoAra8Nx7QJBUdjGez1mQ7T4bpTyUKt9Os69LKjoxhN0_GNbJ77u_GhGwBU9ChxUsBKkdS1jRbn-itxVkLlrkUatA872OKW1rf1mvc-YJupu2-uFvdTed/s680/clotilde1-t.jpg.webp" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="408" data-original-width="680" height="234" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgD_6x9CZwXmr0zZJMvpH-w5wtv_lhL-M5QOvmrJwh_KvBBdSXu_iHlVSE89BdBSgLd_qnHolJUoAra8Nx7QJBUdjGez1mQ7T4bpTyUKt9Os69LKjoxhN0_GNbJ77u_GhGwBU9ChxUsBKkdS1jRbn-itxVkLlrkUatA872OKW1rf1mvc-YJupu2-uFvdTed/w390-h234/clotilde1-t.jpg.webp" width="390" /></a></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Joaquín Sorolla (1863-1923) y Clotilde García (1865-1929)</span><br /></div> <div><span> </span></div><div><span>i <br /></span><p></p><p style="text-align: left;"><span>«Eres mi carne, mi vida y mi cerebro». Eso es lo que le escribe Joaquín Sorolla a su mujer en una carta. La materialidad de su amor, su corporalidad, se aprecia también en la foto de arriba. Son viejos, pero el puente que conecta sus vidas —de amantes, amigos y compañeros— se mantiene intacto, a salvo de la carcoma. Escribo en presente como una forma de homenaje.</span></p><p style="text-align: left;"><span>En todo este tiempo, desde que iniciaron su relación, en 1897, hasta el momento de la fotografía, poco antes de la muerte del pintor, Clotilde ha hecho todo lo posible por hacer de Joaquín Sorolla un reputado artista, de trayectoria consagrada y bien retribuido, cuyo prestigio alcanzará dimensión internacional tras finalizar <a href="https://hispanicsociety.org/es/visit/galerias/galeria-vision-de-espana-de-sorolla/" target="_blank">el encargo de la Hispanic Society</a> de Nueva York. </span></p><p style="text-align: left;"><span>La cartas que se cruzan en los largos periodos de tiempo en los que el pintor está fuera de casa, dan cuenta de la viveza de su relación. Una larga historia de amor que, como todas, no está exenta de problemas, incluidos los reproches mutuos, pero que al cabo se levanta como un muro infranqueable contra la falta de sentido y las distintas formas de padecimiento que planean sobre la vida humana.</span></p><p style="text-align: left;"><span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHn8BiVRYMg4OGdDZGoWkpN7mSBwwHHBsIOITxdoSW3kzNk6uiIoFSS1vYNJUHQiHBzjd17bglFxgkqqpZZaKKpyTpIN_rCBUbbf_zBKEjPEVrtBV2Ie34_UTBYkluV-EIeW3mBkWxGOj-ocxQVyZs76bVXaVyDC9O4a_P05-rOl4jlj1qzOEw1KunTlkl/s800/Tchaikovsky_with_wife_Antonina_Miliukova.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="571" height="368" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHn8BiVRYMg4OGdDZGoWkpN7mSBwwHHBsIOITxdoSW3kzNk6uiIoFSS1vYNJUHQiHBzjd17bglFxgkqqpZZaKKpyTpIN_rCBUbbf_zBKEjPEVrtBV2Ie34_UTBYkluV-EIeW3mBkWxGOj-ocxQVyZs76bVXaVyDC9O4a_P05-rOl4jlj1qzOEw1KunTlkl/w262-h368/Tchaikovsky_with_wife_Antonina_Miliukova.jpg" width="262" /></a></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Piotr Ilich Tchaikovsky (1840-1893) y Antonina Miliukova (1848-1917)</span><br /></div></div><div><span> </span></div><div><span>ii <br /></span><p></p><p style="text-align: left;">En la foto, cada uno gira la cabeza para un lado distinto. Tchaikovsky, que ni siquiera sonríe, es el único que mira a la cámara. A pesar del libro en la mano, su expresión es contenida y seria, como si quisiera marcharse del estudio cuanto antes. Antonina se muestra más relajada, pero su trémula sonrisa pareciera delatar su miedo. El miedo a no ser amada. El miedo a perder la vida persiguiendo a un genio que de puertas para adentro es un déspota, un pusilánime y un interesado.</p><p style="text-align: left;">Me dejo llevar por la versión de <i><a href="https://www.filmaffinity.com/es/film342458.html" target="_blank">La mujer de Tchaikovsky (Kirill Serebrennikov, 2022)</a></i> y me acabo preguntando hasta qué punto pasarte la vida ocultando tu condición sexual, te da derecho a pisotear la vida de otra persona. Imagino el dolor, atragantando el día a día de Antonina Miliukova, mujer brillante y al final desesperada, que pasó veinte años en el manicomio y murió poco después de que los revolucionarios rusos hicieran abdicar al zar.</p><p style="text-align: left;">Escucho el <i><a href="https://www.rtve.es/play/audios/musica-y-significado/musica-significado-chaikovski-concierto-para-piano-n1-30-11-18/4866919/" target="_blank">Concierto para piano y orquesta número 1</a></i> del compositor ruso mientras escribo este post y la verdad es que ya no me suena igual. Es una sensación física. Cierro los ojos. De mis oídos se escurren dos gotas de sangre. <span><br /></span></p><p></p></div>Juan Cruz Lópezhttp://www.blogger.com/profile/06968701469940955288noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1628788449645896510.post-13662842915853407822023-08-15T05:36:00.006-07:002023-08-15T06:15:55.378-07:00La indeleble impronta de lo que desaparece<p style="text-align: center;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirYjL9GNeG30YFUvUN4oTFmlo8QylLws2bb9HFMMjImjK_f1zjHqgmDBtR-h6T8agN5nG-zrubd_kdzTXrkhtbOz87Zces0IQVrhH-VWXaNI8snOq38KDD7ehFS4l9Qrri4efELr1X6gURH8WDk0pkOZS0AQEN9N9wl6ygfglL2VaTp18EyG2offM1R5aI/s800/Bob_Kaufman_a_web.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="599" data-original-width="800" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirYjL9GNeG30YFUvUN4oTFmlo8QylLws2bb9HFMMjImjK_f1zjHqgmDBtR-h6T8agN5nG-zrubd_kdzTXrkhtbOz87Zces0IQVrhH-VWXaNI8snOq38KDD7ehFS4l9Qrri4efELr1X6gURH8WDk0pkOZS0AQEN9N9wl6ygfglL2VaTp18EyG2offM1R5aI/w320-h240/Bob_Kaufman_a_web.jpg" title="Bob Kaufman" width="320" /></a></div><div style="text-align: center;"><span style="font-size: xx-small;">Bob Kaufman, San Francisco (Estados Unidos). 1959 ca. Fotógrafo desconocido.</span><br /></div><div> <p></p><p>i</p><p><span>«Entonces escuchas esas palabras que <b>Bob Kaufman</b> le dijo a su editor poco antes de morir: "Quiero ser anónimo, mi ambición es ser completamente olvidado"». Leo esto en <i><b>Metafísica del aperitivo</b></i>, de <b>Stéphan Lévy-Kuentz</b>, un libro aburrido que, al menos para mí, sólo se salva por las citas de otros autores que va incorporando en el texto a cada tanto. Y vuelvo a darle vueltas a todo lo que hay asociado al deseo de posteridad.</span></p><p><span>ii</span></p><p><span>Pienso en qué hay detrás de ese deseo de permanencia... Y me pregunto cuánto ego se oculta detrás del ánimo de perdurar tras nuestra muerte. Un anhelo de inmortalidad que quizá tenga que ver con la pulsión de muchos escritores que metieron la cabeza bajo tierra y se dedicaron durante toda su vida a poner en pie una obra literaria que les sobreviviera. Un esfuerzo, casi siempre ingrato que, además, no suele obtener premio; porque hablamos, en la mayoría de los casos, de vidas malgastadas por el afán suicida de pasar a la historia.<br /></span></p><p><span>iii</span></p><p><span>Suelo ir casi todos los veranos a la playa y siempre acabo reparando en la belleza de las huellas al desvanecerse en la arena tras la batida del mar. La belleza de lo que desaparece sin dejar rastro... La belleza de quien camina sin darse la vuelta nunca, sin pensar qué hay más allá de la siguiente curva. Quizá de esa idea nazca el principio de responsabilidad, no de la contraria. Reconciliémonos con el vilipendiado presentismo. Si somos conscientes de la magnitud del regalo que conlleva la existencia, se me antoja complicado perderle la cara al compromiso con el presente; un compromiso que, pienso, resulta incompatible, no con la idea de trascendencia, sino con el egoísmo del que parte el anhelo de que nuestras creaciones no se acaben convirtiendo en polvo.</span></p><p><span>iv</span></p><p><span>Eso precisamente: la huella que desaparece bajo el abrazo inmisericorde del oleaje; su indeleble impronta. <br /></span></p></div>Juan Cruz Lópezhttp://www.blogger.com/profile/06968701469940955288noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1628788449645896510.post-22060498923118933912023-07-09T02:54:00.002-07:002023-07-09T03:02:10.739-07:00Verano sin vacaciones<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjI0cwEIykyJa0uhVc1kJjLE9lmJyBJcjcJvKFoqRruah6kAqjV6zYhmKumkz7ieL6BSj8FIDwaXGrnyrFityOZeLbD6DBely98tQEZe2Eiyfhn7DvsTWXp3z5apRk67dlcQX-su7k0YhbU5azVq32y9yQm8b99CldJ9uDU1UELEay3GabFHS9SA3JmkcTY/s624/Verano-sin-vacaciones.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="624" data-original-width="400" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjI0cwEIykyJa0uhVc1kJjLE9lmJyBJcjcJvKFoqRruah6kAqjV6zYhmKumkz7ieL6BSj8FIDwaXGrnyrFityOZeLbD6DBely98tQEZe2Eiyfhn7DvsTWXp3z5apRk67dlcQX-su7k0YhbU5azVq32y9yQm8b99CldJ9uDU1UELEay3GabFHS9SA3JmkcTY/s320/Verano-sin-vacaciones.jpg" width="205" /></a></div> <p></p><p>i <br /></p><p>Hace dos años conocimos a <b>Ana Geranios</b> en <a href="http://vocesdelextremopoesia.blogspot.com/" target="_blank">Voces del Extremo</a>, el festival de poesía que anualmente organiza el poeta <b>Antonio Orihuela</b> en Moguer (Huelva). Fue allí donde nos regaló un texto autoeditado, encuadernado en anillas, que simulaba un block de comandas. Se trataba de un diario donde contaba su experiencia como camarera en un restaurante de Puerto Banús (Málaga). </p><p>Ese mismo fin de semana, en los ratos sueltos que sacábamos mientras estábamos fuera de los recitales poéticos, leímos el diario. El caso es que nos gustó tanto que decidimos proponerle a Ana una edición convencional del cuaderno que amplificase su difusión. Es precisamente esa edición la que hemos publicado recientemente en la colección Libros del Borde de Piedra Papel: <i><a href="https://piedrapapellibros.com/producto/verano-sin-vacaciones-las-hijas-de-la-costa-del-sol/" target="_blank">Verano sin vacaciones. Las hijas de la Costa del Sol</a></i>.<br /></p><p> ii</p><p>A pesar de la montaña de libros que anualmente levanta la industria editorial, a pesar de la cantinela recurrente de que ya no hacen falta más libros, que se publica demasiado y bla, bla, bla, en Piedra Papel pensamos que seguimos necesitando como el comer ensayos sobre el mundo del trabajo que sean escritos desde abajo. En este caso, la misma mano que escribe es la que poco antes te ha puesto el café.</p><p>Me cansa bastante el discurso de algunos iluminados que no paran de repetir que la publicación de muchos libros está devaluando la literatura. Se publican muchos libros, sí. Muchos son una mierda, sí. Pero no se trata de eso. Se trata de que, a día de hoy, el acceso al mundo editorial es mucho más sencillo que antes. Esto, entre otras cosas, ha permitido que los que no han tenido nunca voz, puedan escribir y publicar más sencillamente. Y eso tiene sus consecuencias... Todo tipo de consecuencias. Quizá, la más inesperada, de la que nunca se habla, es que mucha gente que no recibiría nunca la bendición de los popes de la Cultura sancionada con mayúsculas, pueda escribir y publicar. Pues bienvenido sea. Y luego que uno lea lo que estime conveniente.<br /></p><p>iii</p><p>A veces pienso que el catálogo de una editorial es como uno de los cuadros de escaleras de Escher; pues precisamente de esto último es de los que nos habla, también, <b>Sergio Chesán</b> en <i><a href="https://piedrapapellibros.com/producto/la-literatura-no-es-lugar-para-pobres/" target="_blank">La literatura no es lugar para pobres</a></i>.<br /></p>Juan Cruz Lópezhttp://www.blogger.com/profile/06968701469940955288noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1628788449645896510.post-46245757905591372402023-07-03T23:15:00.001-07:002023-07-03T23:15:26.520-07:00Archivos, poder y anarquismo<p></p><p>Un dejo por aquí este artículo que publiqué en el número 31 de <i>Bicel</i>, el boletín informativo de la Fundación Anselmo Lorenzo. Lo podéis descargar <a href="https://fal.cnt.es/wp-content/uploads/2023/06/BICEL-31.pdf" target="_blank"><b>aquí</b></a>. <br /></p><p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUaH-mDrxYStFAMTBDuS_0a28ntlxEHA-PYamRxgiJcEF31O_9ueBfXrynMtA3cKu6EDmWyzBkIaj_BIj_XxM-G6P7Ex1qBaixHMZOhW_liTqbYSi8YQhIRfhvmOVZaV8g0t5qFoxqUnCgo_f7Pj8b35_i13b6BVuQQi5biWFaZ6LTDPTE3_yFkp9qZawg/s1024/8452206331_a620460843_b.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="768" data-original-width="1024" height="334" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUaH-mDrxYStFAMTBDuS_0a28ntlxEHA-PYamRxgiJcEF31O_9ueBfXrynMtA3cKu6EDmWyzBkIaj_BIj_XxM-G6P7Ex1qBaixHMZOhW_liTqbYSi8YQhIRfhvmOVZaV8g0t5qFoxqUnCgo_f7Pj8b35_i13b6BVuQQi5biWFaZ6LTDPTE3_yFkp9qZawg/w445-h334/8452206331_a620460843_b.jpg" width="445" /></a></div><b><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> </span></b><p></p><p class="MsoNormal"><b><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Archivos,
poder y anarquismo</span></b></p><p style="text-align: left;">
</p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">A lo
largo del tiempo, la función social de los archivos, y de la documentación que
custodian, ha ido variando conforme nuevos actores sociales se han ido sumando
al proceso de ir dejando por escrito todo el acontecer de sus actividades
cotidianas. Paradójicamente, los anarquistas, que siempre se han caracterizado
por su amor a la cultura y por la potencia de su tejido editorial y
periodístico, han tenido una relación paradójica con la documentación que históricamente
han custodiado los archivos. Lo explicamos a continuación.</span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Cualquier
persona que haya conocido, siquiera tangencialmente, la documentación que atesora
un archivo institucional ubicado en España, advertirá que desde la Edad Media
hasta nuestros días, la mayor parte de los documentos que conserva, por
ejemplo, un archivo municipal, da cuenta de las “hazañas” del poder político
ejercido por las oligarquías; junto a ello, y al menos desde la conocida como “ley
de las tres llaves”, la<a href="https://www.archena.es/ayuntamiento/archivo/blogs/672-el-arca-de-las-tres-llaves" target="_blank"> pragmática de 9 de junio de 1500</a> dada por los Reyes
Católicos para que todos los concejos guardaran sus documentos más importantes
en un arca de tripe cierre, los archivos institucionales han guardado de manera sistemática toda
aquella documentación, producida por el poder político de las minorías, que
daba fe de los derechos de unos pocos sobre el conjunto de las clases
populares.</span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Toda
esta documentación generada por los poderosos, producida con tintas y papeles
de alta calidad para la época, también ha sido conservada por el poder como oro
en paño, resguardándola de las inclemencias del tiempo y favoreciendo su
conservación en lugares de temperatura estable, sin problemas de humedad y
acceso controlado. Es precisamente esto lo que explica que muchos
ayuntamientos, repartidos por toda España, conserven a día de hoy documentación
producida en los siglos XIV, XV, XVI y posteriores.</span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Dicho
esto, es precisamente la naturaleza política de toda esta documentación, que
resulta imprescindible para el buen funcionamiento del engranaje legal que
facilita la reproducción de los distintos sistemas de desigualdad, la que puso
en el punto de mira de los anarquistas estos “papeles del poder”. Por eso
mismo, no es de extrañar que en muchas de las insurrecciones y rebeliones
anarquistas repartidas por medio mundo desde finales del XIX, uno de los
primeros objetivos de nuestros compañeros y compañeras fuera incendiar los
archivos institucionales, pues sabían de buena ley que en estos centros de
poder se custodiaba la documentación que facilitaba la dominación de clase de
las oligarquías que controlaban los resortes del poder político.</span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Sin
embargo, y desde el propio nacimiento del anarquismo organizado, solo hay que
ver la prolija producción de propaganda, prensa y producción editorial, ya
fuera en forma de folletos o libros, para advertir que el anarquismo se ha
caracterizado siempre por dar un sentido emancipatorio a la cultura, otorgando
a la letra impresa un papel fundamental en la divulgación de contenidos cuya
lectura favorece una toma de conciencia política que es el punto de partida del
compromiso militante y, por tanto, de la transformación social.</span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Toda
esa documentación producida por las gentes humildes, las vinculadas al
movimiento obrero de inspiración ácrata, ha permanecido, y permanece aún,
dispersa y fragmentada en multitud de archivos: institucionales, privados, de
organizaciones políticas y sindicales… Evidentemente, toda esta documentación,
a diferencia de la que hablábamos anteriormente, da cuenta de las luchas contra
el poder de las clases subalternas, permitiendo rastrear sus logros y fracasos,
desempolvando historias silenciadas y, en buena medida, permitiendo a los
historiadores e historiadoras reconstruir un relato histórico alejado de los
mitos que, además, otorga el protagonismo a la mayoría social, no a las
minorías que han detentado el poder a lo largo de los siglos.</span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Dicho
todo esto, en la Fundación Anselmo Lorenzo somos conscientes de la vital
importancia para el sostenimiento de nuestras luchas que tiene la conservación
de la documentación que da cuenta del devenir histórico del movimiento
libertario español; un movimiento cuya singularidad, realizaciones históricas e
influencia social y cultural, resulta imprescindible para seguir alimentando
las luchas sociales del presente y del futuro. Precisamente por ello, la FAL
realiza un importante esfuerzo económico para mantener la documentación que
custodia en un depósito de conservación climatizado que, por un lado, mantiene
la temperatura estable en un arco de entre 18 y 21 grados, y asegura un nivel
de humedad relativa óptimo para la conservación de la documentación. Y cuando
hablamos de conservación, hablamos, claro está, de una conservación centenaria.
Porque si el poder se ha preocupado de mantener su documentación bien cuidada
durante siglos, ¿por qué el movimiento libertario no va a poder conservar
durante siglos la documentación que demuestra, precisamente, que la lucha
contra el poder fue posible, que el Comunismo Libertario fue posible, que la
Idea fue mucho más que eso, que se convirtió en una realización práctica que
puede seguir inspirando las luchas de los de abajo?</span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Y en
esas estamos… Sabiendo que la memoria es imprescindible para sostener las
luchas del futuro. Sabiendo que sin archivos, no hay historia ni memoria, y que
la FAL, que es la fundación de CNT, lleva trabajando duro desde hace décadas
por hacer posible esta tarea fundamental.</span></p>
<p></p>Juan Cruz Lópezhttp://www.blogger.com/profile/06968701469940955288noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1628788449645896510.post-75913090009246751892023-06-07T11:41:00.005-07:002023-06-07T11:41:44.689-07:00Así como en el cielo<p><span class="css-901oao css-16my406 r-poiln3 r-bcqeeo r-qvutc0"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6Cot9rxFX3S0Xd8XePN4gMacYNZwSCxN39nvcoFEaQEuuFMdntfUBy01hDaGycxHsotLcBSs-v420cxpdl0vw5f_gsIWuMrkUw_11d_QKlhD9xosVCr5uNy7hWyrayeBObtHTS65FBSu_bju4Rd6jD9s6dHzZ9SAg2rrmTnSWoBG6jC8JOf5MA2VJWw/s1600/Fx3WGPcWAAM1N9x.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1167" data-original-width="1600" height="326" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6Cot9rxFX3S0Xd8XePN4gMacYNZwSCxN39nvcoFEaQEuuFMdntfUBy01hDaGycxHsotLcBSs-v420cxpdl0vw5f_gsIWuMrkUw_11d_QKlhD9xosVCr5uNy7hWyrayeBObtHTS65FBSu_bju4Rd6jD9s6dHzZ9SAg2rrmTnSWoBG6jC8JOf5MA2VJWw/w448-h326/Fx3WGPcWAAM1N9x.jpg" width="448" /></a></div> <p></p><p><span class="css-901oao css-16my406 r-poiln3 r-bcqeeo r-qvutc0">i <br /></span></p><p><span class="css-901oao css-16my406 r-poiln3 r-bcqeeo r-qvutc0">Esta semana, que no está siendo nada fácil, los amigos de <a href="https://rasmiaediciones.com/" target="_blank">Rasmia</a>, una editorial zaragozana a la que sigo desde hace mucho tiempo y cuyo catálogo es bien jugoso, me han dado una alegría grande: <i><b>Así como en el cielo</b></i>, mi próximo poemario, ya está en imprenta. En unos días se podrá comprar en librerías y <a href="https://rasmiaediciones.com/producto/asi-como-en-el-cielo/" target="_blank">en su propia web</a>. </span></p><p><span class="css-901oao css-16my406 r-poiln3 r-bcqeeo r-qvutc0">Empecé a escribir este libro en 2015, hace ocho años, cuando me mudé al pequeño pueblo de Castilla donde vivo ahora. Este libro, por tanto, nace del encuentro con el páramo, los caminos vacíos, el trigal segado... Y jamás hubiera sido posible sin el apoyo y los consejos de mi buen amigo <b>Sergio R. Franco</b>, que me ayudó a corregirlo y además ha escrito el prólogo.<br /></span></p><p><span class="css-901oao css-16my406 r-poiln3 r-bcqeeo r-qvutc0">ii <br /></span></p><p><span class="css-901oao css-16my406 r-poiln3 r-bcqeeo r-qvutc0">Todo el mundo conoce el mito bíblico de la paloma de la paz. Noé comprobó que las aguas comenzaban a descender tras el diluvio, soltando una paloma que regresó al arca con una rama de olivo en el pico. Poca gente sabe, sin embargo, que antes de la paloma, Noé soltó un cuervo, y que éste no volvió nunca.</span></p><p><span class="css-901oao css-16my406 r-poiln3 r-bcqeeo r-qvutc0">Este libro cuenta ese viaje sin retorno. El del cuervo, sí, pero también el mío, el nuestro. En una tierra, claro, en la que ya no hay paz, pero tampoco desobediencia.</span></p><p><span class="css-901oao css-16my406 r-poiln3 r-bcqeeo r-qvutc0">Prefiero, en todo caso, quedarme con una lectura disidente de la parábola: solo escapando del redil, alzando el vuelo y enfrentando la intemperie, podremos deshacer las ligaduras que nos atan a las vidas vacías y condescendientes que, por un lado, nos hacen dar la espalda al legado de la especie </span><span>—apoyo mutuo, inteligencia colectiva y cooperación entre individuos</span><span>— y, por otro, nos hacen cómplices del ecocidio en curso.</span></p><p><span class="css-901oao css-16my406 r-poiln3 r-bcqeeo r-qvutc0"></span></p>Juan Cruz Lópezhttp://www.blogger.com/profile/06968701469940955288noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1628788449645896510.post-35344172068019379192023-05-10T11:05:00.000-07:002023-05-10T11:05:19.012-07:00Pan para hoy y pan para mañana<p style="text-align: center;"> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisufWStNI8sJF147aNUWkMcq6vdDEl_WfDszzqlwQD6rp7A3AmTrMEyNcKhHxop26XDwPwaZJf9Ok6K99C8FXo7pRUSdTkU_D6uL1V-AHqWGV7luw-1W5Jvoiwo4L-HtDvgV5rx0uwp4nnIB-IEuI68NRrzv9Vs9FAW5jWxc5MhtXggWkU_mjcChcIuw/s950/Imagen-de-acompanamiento-950x0-c-default.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="512" data-original-width="950" height="210" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisufWStNI8sJF147aNUWkMcq6vdDEl_WfDszzqlwQD6rp7A3AmTrMEyNcKhHxop26XDwPwaZJf9Ok6K99C8FXo7pRUSdTkU_D6uL1V-AHqWGV7luw-1W5Jvoiwo4L-HtDvgV5rx0uwp4nnIB-IEuI68NRrzv9Vs9FAW5jWxc5MhtXggWkU_mjcChcIuw/w390-h210/Imagen-de-acompanamiento-950x0-c-default.jpg" width="390" /></a></div><p></p><p>Algo se está moviendo; despacio, diríamos, pero algo se mueve. Ni
siquiera hace falta acudir a la prensa libre del control de los grandes
grupos empresariales. A poco que estemos atentos, a poco que pongamos
oído y miremos donde no quieren que miremos, veremos que la paz social
no es tan aplastante como se nos vende.</p><p>A nivel internacional, la
lucha contra el retraso de la edad de jubilación en Francia ha
incendiado las calles del país vecino, demostrando que es posible la
unidad sindical, al menos en el terreno de la movilización, y que la
clase obrera, incluidos <a href="https://www.lavanguardia.com/vida/20230322/8844956/jovenes-nuevo-rostro-ira-francesa-reforma-pensiones.html">los sectores más precarizados como los jóvenes</a>, pueden enfrentar con contundencia las políticas neoliberales que pretenden asegurar las costuras del sistema en el futuro.</p><p>Al otro lado del Canal de la Mancha, en Gran Bretaña, estamos asistiendo a una <a href="https://vientosur.info/reino-unido-un-creciente-dinamica-de-huelgas/">oleada de huelgas en diversos sectores</a>,
como el transporte o la sanidad y educación públicas; huelgas que
tienen como punto de partida el empobrecimiento de la clase obrera
británica debido al incremento de los precios, las consecuencias del
Brexit y el estancamiento de los salarios. Hablamos de un escenario de
creciente conflictividad que, además, se desarrolla en un contexto de
profunda desafección política, lo que sin duda está contribuyendo a
generar incertidumbre en las oligarquías financieras del país.</p><p>Por
otro lado, en Estados Unidos se está viviendo un periodo de rearme de
las organizaciones sindicales, visible en el aumento del nivel de
sindicación en grandes empresas como Amazon o Starbucks, que corre
paralelo al <a href="https://www.izquierdadiario.es/Una-ola-de-conflictividad-obrera-recorre-Estados-Unidos">crecimiento de la conflictividad laboral desde 2021</a>
en sectores diversos como la hostelería, el comercio online, la
enseñanza universitaria o los transportes. Nos encontramos, por tanto,
ante un panorama imprevisto por la mayoría, donde amplias capas de la
clase trabajadora estadounidense están tomando conciencia de la
necesidad de unir fuerzas en organizaciones sindicales bien organizadas,
con estrategias ofensivas y amplio apoyo popular.</p><p>Dicho esto, si volvemos la mirada hacia España, nos encontramos con un escenario donde <a href="https://www.elsaltodiario.com/laboral/casi-dos-terceras-partes-personas-ano-han-secundado-una-huelga-son-mujeres">son las mujeres quienes están protagonizando la mayor parte de las huelgas</a>
que se están dando en el Estado español durante los últimos meses.
Huelgas que son el epígono de una conflictividad laboral que tiene como
punto de partida la pelea por unas condiciones de trabajo dignas, con
salarios decentes, posibilidades de conciliación y una organización del
trabajo que no implique la desposesión completa de nuestras vidas.</p><p>Es
en este contexto, además, donde estamos asistiendo al nacimiento y
desarrollo de distintas iniciativas de autoorganización obrera en
sectores laborales feminizados, muy precarizados, con un amplio
porcentaje de trabajadoras migrantes. El caso de las trabajadoras del
servicio de ayuda a domicilio es uno de ellos. En ese sentido, en
diferentes puntos del Estado como Cataluña, Asturias, Valencia o
Euskadi, ya han empezado a desarrollar su labor varios sindicatos,
coordinadoras y organizaciones de trabajadoras vinculadas al sector de
la dependencia y los cuidados, tejiendo alianzas con asociaciones de
familiares de personas dependientes y sindicatos como ELA, CGT o CNT.</p><p>Precisamente, son las trabajadoras del Sindicato de Cuidadoras Profesionales las que lanzaron hace unos días una <a href="https://www.goteo.org/project/quien-cuida-a-las-que-cuidan">campaña de crowdfunding</a>
para interponer una demanda judicial que acabe con las “bolsas de
horas”, una práctica empresarial que precariza en extremo las
condiciones de trabajo de las cuidadoras, impidiendo la conciliación de
la vida laboral y familiar, robando parte del salario debido a las
trabajadoras y contribuyendo al deterioro de su salud mental y física.</p><p>Hablamos
de una iniciativa que pretende mejorar las condiciones de trabajo de
las cuidadoras sobre las que recae buena parte del trabajo de cuidados
que requieren nuestros mayores, de tal forma que, de manera indirecta,
apoyar las luchas que vayan en favor de la dignificación de los empleos
vinculados al sector geriátrico también implica mejorar las
posibilidades de un envejecimiento digno para la clase obrera de hoy y
mañana.</p><p>Socialicemos, por tanto, sus demandas, y apoyemos sus
luchas en la medida de lo posible. Ya no solo por una cuestión de
solidaridad obrera elemental, sino por el interés general de la mayoría
social. La evolución demográfica de nuestras sociedades conllevará una
demanda cada vez mayor de trabajos relacionados con el sector de la
dependencia y no podemos permitir que las empresas del sector
geriátrico, muchas de ellas vinculadas a grandes multinacionales
asociadas al capital financiero, extraigan cada vez más beneficio del
padecimiento de las trabajadoras del sector y el desprecio por las
condiciones de vida de los mayores y dependientes.</p><p style="text-align: right;"><i style="color: #4c1130;"><a href="https://www.tercerainformacion.es/opinion/22/04/2023/pan-para-hoy-y-pan-para-manana/" target="_blank">Artículo publicado originalmente en diversos medios de contrainformación</a></i><br /></p><p style="text-align: left;"> </p>Juan Cruz Lópezhttp://www.blogger.com/profile/06968701469940955288noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1628788449645896510.post-41394782398926848872023-03-13T00:52:00.006-07:002023-03-13T00:56:14.405-07:00El pan del forastero<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJ9tfmXrUbGNpZFAaCCxkdzkgkLEuMU1hbTjajaOYE4XzLkoKUAHHkUKXyXVYs7Hcz9hQ2vXrEp318MHooGJG7FjnTtjgVlYV_kFhk89qmFzCftgZTcqqCqdvC166NE-YPsKL9jsgRwzwzTX8YN63ZQiMwO2zYXPPfgMLfovsEGd776JAZ-3o3Qnc4zA/s4128/20230226_131235(2).jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3096" data-original-width="4128" height="316" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJ9tfmXrUbGNpZFAaCCxkdzkgkLEuMU1hbTjajaOYE4XzLkoKUAHHkUKXyXVYs7Hcz9hQ2vXrEp318MHooGJG7FjnTtjgVlYV_kFhk89qmFzCftgZTcqqCqdvC166NE-YPsKL9jsgRwzwzTX8YN63ZQiMwO2zYXPPfgMLfovsEGd776JAZ-3o3Qnc4zA/w422-h316/20230226_131235(2).jpg" width="422" /></a></div><p></p><p>i</p><p>Despierto temprano para dejar escritas algunas ideas. No ha sido una buena semana... Si me asomo a la ventana, veo a nuestro vecino, el que siempre está mirando, que ya está fumando en el balcón. Pronto pasará el invierno.<br /></p><p>ii</p><p>Llego a la panadería. Saludo y un tipo me devuelve el <span>«Buenos días» con una expresión gutural que no llego a entender bien. El gesto de su cara es hosco. La tendera levanta la mirada del mostrador, me observa dos segundos y sigue a lo suyo. Cuando llega mi turno y pago, revisa el billete varias veces y me da el pan como si fuera un regalo. Al salir, se despide con un </span><span>«Adiós» que a mí me suena a </span><span>«Ojalá no vuelvas nunca».</span></p><p><span>iii</span></p><p><span>Regreso a casa y la limpio de cabo a rabo. Me quiero olvidar de todo, pero hoy no puedo salir a pasear. La iglesia roja, abandonada y sucia, plantada entre pinos sobre la cantera de áridos, es la viva imagen del páramo al que hemos ido a parar. No sé qué demonios hacemos aquí...</span></p><p><span>Saco la ropa limpia de lavadora. Pienso que sería genial lavarse así por dentro. Planto el tendedor en el balcón y empiezo por las toallas. Justo debajo, en la terraza del bar, donde se apoltronan ya varios parroquianos, una mujer y un hombre a quienes no llego a ver, hablan en voz alta. </span><span>«Los moros se llevan todos los trabajos». </span><span>«Aquí o eres gitano o maricón o una mujer maltratada, o no mueven un dedo por ti». </span><span>«Yo no soy racista, soy ordenada». </span><span>«Esto yo lo arreglaba fácil: "venga, todos a vuestra puta casa"».</span></p><p><span>iv</span></p><p><span>Mi padre, joven, las manos llenas de yeso fresco y toda la vida por delante. Mi padre, que saca tiempo en los descansos para leer las novelitas del oeste de Marcial Lafuente Estefanía. Mi padre, que se volvió a su tierra porque le pidió fuego a un paisano y el tipo ni tan siquiera se paró a negárselo. Mi padre, que me enseñó de dónde vengo. Mi padre, que me puso en la mano el miedo y me ayudó a convivir con él.</span><span><br /></span></p><p><span>v</span></p><p><span>Me digo que hay que ser paciente, que aquí también hay gente buena; pero cuesta...</span></p><p><span>Miro por la ventana. Mi vecino ya se ha ido y yo me tengo que ir a trabajar. Solo le pido al día que aclare también mi mente... No sé por qué no escucho el canto de los mirlos.</span><span></span></p>Juan Cruz Lópezhttp://www.blogger.com/profile/06968701469940955288noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1628788449645896510.post-69887604048858244092023-02-21T11:27:00.001-08:002023-02-21T11:27:26.713-08:00McCullers, forasteros y papeles viejos<p style="text-align: center;"><span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhCo-twZ0ghn8d8WSbOXVz-3aeaOvW1CiCgudeg_--Nkaauv6pdNLwokKgn-WLwQRwlRHGDQnxcqnKrD59UDOhENxtSC6yw97zkty9oNBI7opTuuykYW_Jz7ivWiEItzp3Od5s444TwOBnbC1bE1DcDo4Rlk55ZzA3QjRaUCrORER3-p3wquEbvjnwxFQ/s480/980.webp" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="269" data-original-width="480" height="179" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhCo-twZ0ghn8d8WSbOXVz-3aeaOvW1CiCgudeg_--Nkaauv6pdNLwokKgn-WLwQRwlRHGDQnxcqnKrD59UDOhENxtSC6yw97zkty9oNBI7opTuuykYW_Jz7ivWiEItzp3Od5s444TwOBnbC1bE1DcDo4Rlk55ZzA3QjRaUCrORER3-p3wquEbvjnwxFQ/s320/980.webp" width="320" /></a></div><p></p><p><span>i <br /></span></p><p><span>«Ser forastera es una actitud», escribe <b>Jeen Shapland</b> en la página 43 de<b> </b><i><b><a href="https://dosbigotes.es/libros/mi-autobiografia-de-carson-mccullers/" target="_blank">Mi autobiografía de Carson McCullers</a></b></i>. Lo escribe sabiendo que pasa de puntillas por encima de las raíces ajenas, en ciudades pequeñas donde resulta tan difícil socializarse como no acabar renunciando a lo que se quiere ser. Yo me siento ahí, en la condición de forastero que me otorga mi presencia en este pueblo castellano donde me encuentro a gusto, donde puedo trabajar tranquilo, donde apenas nadie me conoce y voy a mi bola. El pueblo donde se encuentra la cueva de la memoria de los míos, esa gente sin patria que cambió el mundo a su paso, aunque lo pagaran caro.<br /></span></p><p><span>Pienso también en mis amigos, también forasteros sin remedio en pueblos y ciudades donde jamás pensaron vivir, y me viene a la memoria el relato congelado de mi colega <a href="http://archivorevoltijo.blogspot.com/" target="_blank">Manuel, el Onetti</a>, perdido en la estepa lituana, perdido ahora también en un pueblo leonés donde hace mucho frío y donde todavía resiste, como el jornalero de la cultura, expatriado e incansable, que sigue siendo aún.</span></p><p><span>ii</span></p><p><span>Jeen Shapland, que persiguió el rastro de <b>Carson McCullers</b> hasta escribir su historia con la pericia de quien ha mimado su intuición con obsesiones. Un libro precioso, valiente, una biografía que difumina sus límites hasta no saber de quién se cuenta la historia, si se habla de la vida de la escritora estadounidense o se habla de la vida de la escritora estadounidense. Porque ya no sabemos si hay mano que escribe o personaje que describe, a modo de espejo, a quien olfatea sus huellas desde hace tanto, tanto tiempo...</span></p><p><span>Leed este libro, no hace falta que os guste McCullers, os atrapará la historia de la propia biógrafa.</span></p><p><span>iii </span></p><p><span></span>Cómo no me va a gustar el libro si Jenn Shapland ha trabajado catalogando el archivo personal de la narradora norteamericana, cómo no me va a gustar el libro si la autora también es archivera:</p><p><span style="font-size: x-small;">Los archivos siempre evocan para mí una mezcla de restricciones agobiantes y desconcertante libertad. Son lugares completamente controlados, llegando incluso al tipo de papel y lápiz que puedes usar entre sus cuatro paredes, y que al mismo tiempo son totalmente permisivos: tus manos pueden sostener las cartas y los cuadernos de otras personas, tu mente y tu corazón pueden leerlos (p. 155).</span></p><p>He sentido eso muchas veces. Por suerte, llevo muchos años atado a un oficio que me permite conocer la vida privada de las personas, casi siempre muertos, y perderme por la geografía íntima de personajes que muchas veces fueron olvidados o, por el contrario, fueron aupados a la fama sin apenas merecerlo, manteniendo de puertas para adentro actitudes miserables que acaban impregnando la documentación que dejaron atrás.</p><p>Por eso entiendo también a la autora del libro: claro que no, querida Jenn, detrás de los papeles hay vidas completas; por eso es nuestro deber cuidarlos. Nosotros elegimos dedicarnos a ello.<br /></p>Juan Cruz Lópezhttp://www.blogger.com/profile/06968701469940955288noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1628788449645896510.post-5328687415919449822023-02-07T11:08:00.000-08:002023-02-07T11:08:00.840-08:00Tomando nota: vejez, pandemia y movimiento libertario<p style="text-align: center;"> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhO_Q2z53IaTOWU5kyagXdVHBsT8Y62p4Z3f_C86ZvShgRVEWL6qkHtpQbJ9tWBIHlTlBcjLMIsNUtj6wL652MSErRzsRmadWHGJQ7J2LyMW3BkNdu55QCSQK1Ko8wmMvO1Vpc37DqV9xyqGjd4Dv-K6KPgudFicA-85azXZZ6qgfbUdyxLq8SkhRktzg/s400/vejez-pandemia.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="225" data-original-width="400" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhO_Q2z53IaTOWU5kyagXdVHBsT8Y62p4Z3f_C86ZvShgRVEWL6qkHtpQbJ9tWBIHlTlBcjLMIsNUtj6wL652MSErRzsRmadWHGJQ7J2LyMW3BkNdu55QCSQK1Ko8wmMvO1Vpc37DqV9xyqGjd4Dv-K6KPgudFicA-85azXZZ6qgfbUdyxLq8SkhRktzg/s320/vejez-pandemia.jpeg" width="320" /></a><br /><!--[if gte mso 9]><xml>
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</p><p class="MsoNormal">Arranca el nuevo año y muchos tenemos la sensación de que la
sociedad española ha pasado página en relación a la pandemia. Seguimos
observando —con cierta estupefacción, eso sí— las noticias sobre los rebrotes
del virus en China, pero ya sin dramatismos, ya sin el miedo incorporado a
nuestro día a día… Llegados a este punto, aún queda, claro está, la sensación
compartida de que hemos atravesado una crisis social sin precedentes, de
carácter mundial, que se ha llevado por delante la vida de miles de personas; una
crisis, la provocada por el COVID-19, que ha puesto el foco en la fragilidad de
un sistema cuyas costuras se han vuelto visibles, evidenciando de manera
trágica las consecuencias de una gobernanza neoliberal que ha precarizado
nuestra existencia, debilitando los sistemas de salud y deteriorando en grado
sumo las condiciones de trabajo de la mayor parte de los trabajadores y
trabajadoras.</p>
<p class="MsoNormal">Paradójicamente, si durante el confinamiento pudimos
advertir la vastedad de los trabajos imprescindibles para el sostenimiento de
la vida en común, valorando en su justo término el trabajo aportado por las
limpiadoras, basureros, cajeras de supermercado, jornaleros, enfermeras,
etcétera, pasada la tormenta no ha quedado ni el más mínimo rastro de las
consecuencias positivas de ese <i>desvelamiento puntual</i> que nos permitió
ponderar la importancia del quehacer diario de quienes alimentan nuestros
cuerpos, limpian nuestras calles o cuidan de los más débiles, solo por citar
tres ejemplos. </p>
<p class="MsoNormal">Por su parte, si echamos la vista atrás y revisamos la
respuesta del movimiento libertario a la crisis del coronavirus, al menos en lo
que respecta a España, observaremos que dicha respuesta fue bastante desigual:
se estuvo donde se tenía que estar, desde luego, aunque no en todos los sitios
donde se debió estar; algo que, pienso, tiene que ver con la debilidad del
movimiento en su conjunto, pero también con nuestra escala de intereses, sin
duda consecuente a nuestras líneas de actuación históricas y a la emergencia de
algunos posicionamientos relacionados con las medidas puestas en marcha por el Estado
para hacer frente a la crisis sanitaria.</p>
<p class="MsoNormal">En ese sentido, hay que valorar positivamente el hecho de
que muchos militantes se volcaran en la creación y fortalecimiento de las redes
de apoyo mutuo tejidas en los barrios, cubriendo huecos imposibles de atender
por los servicios sociales dependientes de las distintas administraciones. En
el ámbito laboral, tampoco podemos olvidar el gran despliegue de solidaridad
puesto en marcha por los sindicatos de CNT, cuyos grupos de acción sindical se
volcaron en atender miles de consultas, echando cables donde hacía falta y
ayudando como se podía a todos los trabajadores y trabajadoras que llamaban a
los sindicatos solicitando información. Finalmente, tampoco podemos olvidar el
trabajo de comunicación de algunos colectivos que pusieron el foco en la
crítica al <i>securitismo</i> y el refuerzo, por parte de los poderes del
Estado, de los argumentarios criminalizadores de la protesta social.</p>
<p class="MsoNormal">Sin embargo, el mutismo de la militancia libertaria, de sus
colectivos y organizaciones, ante el asesinato de miles de ancianos y ancianas
desatendidos en las residencias, víctimas de los infames protocolos sanitarios
y la estrategia gerontocida adoptada por las distintas administraciones para
resolver la situación de estrés de recursos sanitarios, habla a las claras de cómo
el edadismo ha permeado en nuestro sistema de creencias, retratando la
insuficiencia de nuestro análisis social y evidenciando la estrechez, no solo
de nuestra autonomía política, sino de nuestra capacidad de intervención en una
situación de crisis multifactorial (algo que, como poco, debería hacernos
repensar las estrategias esencialistas que conllevan el aislamiento de nuestro
movimiento y sus integrantes).</p>
<p class="MsoNormal">Quede claro que lo anterior es una crítica asumida, para
empezar, por el que esto escribe, y que podría hacerse extensiva al conjunto de
las organizaciones políticas y sindicales de izquierda. Precisamente por ello,
considero inopinable la exigencia de un debate en el seno de los movimientos
sociales que aborde todas las cuestiones relacionadas con el proceso de
envejecimiento, desbordando el legítimo interés por el sistema de pensiones y las
residencias de mayores.</p>
<p class="MsoNormal">A partir de ahí, y por lo que respecta al movimiento
libertario, sería interesante intervenir en este debate social, cuyas líneas
maestras están siendo marcadas por los grupos de presión del capital privado
(aseguradoras, bancos, empresas vinculadas a la sanidad privada…), para aportar
una perspectiva revolucionaria, superadora, que señale la inanidad de algunas
estrategias de mejora de la condición social de los ancianos que, por un lado,
ignoran la cuestión de clase y, por otro, favorecen que las <i>soluciones</i>
partan exclusivamente del ámbito especializado de la gerontología; una
perspectiva, decimos, que interconecte las luchas contra el <i>estado del
malestar</i> y acabe por situar la vida buena de la mayoría como aspiración prioritaria
de nuestras sociedades. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;">Pero para ello necesitamos desencajar nuestra mirada de los <i>debates
de actualidad</i> y retomar una agenda propia que, para el ámbito que nos
ocupa, nos haga retomar la fecunda tradición de pensamiento demográfico
vinculada al anarquismo, ampliando nuestro marco de intereses y apostando por
la construcción de una estrategia de futuro que nos permita abrir caminos de
esperanza. No podemos permitir —aquí tampoco— que nuestras condiciones de vida,
también durante los últimos años de nuestra existencia, se vean determinadas
por las consecuencias sociales de un sistema que valoriza a las personas en
función de su capacidad de producción y consumo, orillando a las personas
dependientes y despreciando la contribución social de sus cuidadoras.</p>
<p class="MsoNormal">Y es que, por mucho que se empeñen los propagandistas del
fin de la historia en decirnos lo contrario, queda mucha tela que cortar en la
batalla por el mundo que nos ha de suceder. Lo comprobamos a diario con la
infinidad de luchas, silenciosas y olvidadas por los grandes medios, que
sostienen por todo el planeta los grupos humanos que, contra todo pronóstico,
han decidido no renunciar a construir su propio presente. Alimentar esas
luchas, multiplicarlas si se puede, es responsabilidad de todos; como también
lo es no abandonar en el camino a nadie.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;">Artículo publicado en <a href="https://www.todoporhacer.org/vejez-pandemia/"><b><i>Todo por Hacer</i></b></a> <br /></p>
<p></p>Juan Cruz Lópezhttp://www.blogger.com/profile/06968701469940955288noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1628788449645896510.post-79413430590720673112023-01-09T14:12:00.000-08:002023-01-09T14:12:47.659-08:00Notas antiguas<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjt9_Yfhdvx_vzxdUTAQ14_Y8foRAyvUWBOU2vpAIFNMZarPPMhnE00_09Gc9HolGjIK6kB_4aC0VYtARSNDJdK7zcl-0uafAzZdV0JwuAmRPoJ1PHsYLPVxvQp1-uv2NnQJjCSvHbjgdRHWCeHFjM9XecnCrhnpFIXAvJ0uW3RARsjCsFQk_HNPKpL8A/s4128/20230109_230514.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4128" data-original-width="3096" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjt9_Yfhdvx_vzxdUTAQ14_Y8foRAyvUWBOU2vpAIFNMZarPPMhnE00_09Gc9HolGjIK6kB_4aC0VYtARSNDJdK7zcl-0uafAzZdV0JwuAmRPoJ1PHsYLPVxvQp1-uv2NnQJjCSvHbjgdRHWCeHFjM9XecnCrhnpFIXAvJ0uW3RARsjCsFQk_HNPKpL8A/s320/20230109_230514.jpg" width="240" /></a></div><p></p><p>Reviso notas de un cuaderno antiguo. Intento aproximarme a los instantes precisos en que fueron escritas:</p><p><span>«Ese momento en el que mi hermana dijo que siempre me recordaba solo de pequeño». </span><span> </span></p><p><span>«Despierto una mañana y el poema que venía rumiando desde ayer por la noche ha desaparecido como una huella en la playa. Pero no sé si ha desaparecido de verdad... El poema más allá de la literatura».</span></p><p><span>«Desacralizar la poesía, desalojarla de sí, de sus libros, sus poetas, sus recitales, sus pantallas. [...] Una poesía que no tenga miedo de ser tachada de conservadora en sus formas. Una poesía que no tenga miedo de ser tachada, sin más. Una poesía para la vida, que busque la verdad, insufle esperanza y aspire a la belleza».</span></p><p><span>«Hacer las cosas despacio como principio. Profundizar en ellas y hundirse en la curiosidad. Apunta bien estas palabras y el orden de las mismas: disfrute, calma, paciencia, constancia, determinación. No corras nunca».</span></p><p><span>Qué demonios pretendía al apuntar todas estas notas en los viejos cuadernos que me han acompañado en estos últimos años. Veo el océano, el eco de la poesía china, el deseo de no quedar atrapado en la redes digitales, el hartazgo de la poesía que se pretende contemporánea... Curioso ejercicio el de aproximarse a lo más pequeño de la literatura personal. </span><span></span></p>Juan Cruz Lópezhttp://www.blogger.com/profile/06968701469940955288noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1628788449645896510.post-63905905844727607362022-12-27T13:53:00.003-08:002022-12-27T14:00:03.075-08:00Lobo enfermo<p style="text-align: center;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGTTzw24agHIh5xeOhSKMwPa8bRGgyIVWR62t1bfOZ3DKNGO54N5RwQoUn9Nolv3BAR2UrmOFhYVn0lN21hZiqJCMtc9SE_9yZitq8K_RaSN2_mcbB-oLoor8SJcbFgfbli89XyQ17bobWGBronz1ilyJln0u8UwZzEvgD08MWVap-8Sq3fQrJDr-JMQ/s4128/Lobo%20enfermo.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4128" data-original-width="3096" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGTTzw24agHIh5xeOhSKMwPa8bRGgyIVWR62t1bfOZ3DKNGO54N5RwQoUn9Nolv3BAR2UrmOFhYVn0lN21hZiqJCMtc9SE_9yZitq8K_RaSN2_mcbB-oLoor8SJcbFgfbli89XyQ17bobWGBronz1ilyJln0u8UwZzEvgD08MWVap-8Sq3fQrJDr-JMQ/s320/Lobo%20enfermo.jpg" width="240" /></a></div><p></p><p style="text-align: left;"></p><p>Pensaba enviarle un mensaje a Damián para decirle que su último libro me ha gustado mucho y, de paso, animarlo a que siga escribiendo, pero he decidido que tal vez sería mejor escribir lo que pienso de <b><i>Lobo enfermo</i></b> por aquí.</p><p>El pequeño libro de <a href="http://www.damiancordones.com/" target="_blank"><b>Damián Cordones</b></a>, autor al que tuvimos la suerte de publicar <a href="https://piedrapapellibros.com/2017/11/07/lahemorragiadeconstanza/" target="_blank"><b><i>La hemorragia de Constanza</i></b></a> en Piedra Papel Libros, me ha hecho las noches más fáciles en una semana complicada en la que apenas he podido dormir bien. Y es que me lo he pasado genial leyendo esta pequeña novela sobre un escritor asfixiado por las deudas que, sin pretenderlo, acaba metido en una oscura trama de venganzas y odios políticos.</p><p>Como en todos los libros de Damián Cordones, nos encontramos con una estructura original que potencia la sensación de extrañeza que siempre me acompaña cuando leo sus relatos. En este caso, el lector se encontrará con varias historias, en apariencia débilmente conectadas entre sí, que al final se acaban interrelacionando, tejiendo una envolvente narración que pareciera asemejarse al juego de las muñecas rusas. <br /></p><p>Y entre sus páginas, un escritor marginal que malvive en un pequeño piso asediado por las preocupaciones económicas, las inesperadas consecuencias de la <i>violencia inmobiliaria</i>, las maquinaciones de un grupo de jóvenes anarquistas, las miserias del mundo editorial... Y todo bien cosido con la pluma de un autor, imposible de imitar, al que todavía le quedan muchos cuentos en el cargador. <br /></p>Juan Cruz Lópezhttp://www.blogger.com/profile/06968701469940955288noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1628788449645896510.post-23435272581075183442022-11-09T02:59:00.003-08:002022-11-09T02:59:41.586-08:00De la necropolítica neoliberal a la empatía radical<p style="text-align: center;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgAhE2KAHIq0L62tM-QZPg7VDOCfqcaqJmoG2KDbmlCdzizYRNxC0E1Bj_mzS0NOY-S7Wmw-8QGNdIxrVEqPF7I3GKlNe8yP_u2_ofT85W3KG-ajlmfwH4ie84aqSu0JdQnCMzh0nqVZfddZNFy8UutzhtEQ6vflZLHaUKoxnclfnqL_BXAGIW4bYoHXg/s4128/20221109_105601.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4128" data-original-width="3096" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgAhE2KAHIq0L62tM-QZPg7VDOCfqcaqJmoG2KDbmlCdzizYRNxC0E1Bj_mzS0NOY-S7Wmw-8QGNdIxrVEqPF7I3GKlNe8yP_u2_ofT85W3KG-ajlmfwH4ie84aqSu0JdQnCMzh0nqVZfddZNFy8UutzhtEQ6vflZLHaUKoxnclfnqL_BXAGIW4bYoHXg/s320/20221109_105601.jpg" width="240" /></a></div><br /><p></p><p style="text-align: left;"></p><p>El pequeño ensayo al que hoy le voy a dedicar unas líneas,<a href="https://icariaeditorial.com/mas-madera/59-de-la-necropolitica-neoliberal-a-la-empatia-radical-violencia-discreta-cuerpos-excluidos-y-repolitizacion.html" target="_blank"> <b><i>De la necropolítica neoliberal a la empatía radical</i></b></a>, de <b>Clara Valverde Gefaell</b>, ha sido uno de los títulos que, a pesar de su brevedad, más he tenido en cuenta a la hora de perfilar algunos de los análisis de <a href="https://descontrol.cat/portfolio/edades-de-tercera/" target="_blank"><b><i>Edades de tercera. Historia y presente de una vieja desigualdad</i></b></a>.</p><p>Manejar el concepto de <span>«necropolítica», ponerlo en el centro de los enfoques con los que pretendemos señalar cómo el capital se reproduce marginando, y eliminando, a las personas que no le son útiles, nos permite también visibilizar aquellas costuras que deberían unir las luchas de sujetos disímiles cuyo papel en el capitalismo de mercado es padecer la violencia estructural de un sistema que se ceba con los más débiles.</span></p><p><span>Lo dice <b>Santiago López Petit </b>en la introducción: </span></p><p><span style="font-size: x-small;"><span>«</span><span>El libro de Clara Valverde muestra que la política neoliberal consiste en una necropolítica cuyo objetivo declarado es acabar con los excluidos. No se trata de ninguna exageración. El capital desbocado en su marcha adelante destruye todos los obstáculos que encuentra en su camino. Y son obstáculos todas aquellas personas que no son rentables, que no son empleables. Desde los pobres a los discapacitados y dependientes, pasando por los jóvenes o los ancianos sin recursos</span><span>»</span><span>. </span></span></p><p><span>Personas desplazadas, al cabo, de la centralidad de un sistema que favorece un modelo de vida donde el éxito económico ha de primar por encima de todo, donde la consideración social de las personas depende, en primer lugar, de su capacidad productiva y de consumo, pero también de sus posibilidades de encarnar los ideales de <i>salud</i>, belleza y bienestar que, paradójicamente, viralizan nuestro padecimiento psíquico a través de la <i>economía de las pantallas</i> que socializa nuestras fantasías aspiracionales.</span></p><p><span>El espejo, sin embargo, de la cruda realidad, nos devuelve por contra una imagen grotesca de un régimen de desigualdad social que se ha vuelto distópico durante la pandemia, cuando la gobernanza del capitalismo ha favorecido la muerte de miles de ancianos a los que se ha negado el acceso a la atención médica; asesinatos, sí, que han contado con la aquiescencia de una sociedad anestesiada por las mentiras de unos medios de comunicación que se han convertido en un pilar clave del sistema necropolítico que perpetúa la reproducción del capital segragando, marginado y eliminando aquellos cuerpos inservibles para la generación de beneficios empresariales. </span></p><p><span>El texto de Clara Valverde no necesita cientos de páginas para atinar el análisis. Le basta su claridad expositiva, su compromiso ideológico y su discurso encarnadado. Es un ensayo que, a pesar de su crudeza, o precisamente gracias a ella, nos obliga a reconsiderar nuestras necesidades. Y creo que ahí está su mayor acierto, ya que el libro no pretende invocar la complicidad del lector, sino zarandear algunas de nuestras convicciones con la fuerza de un argumentario que no anhela seducir, sino solo mostrar aquello que no interesa ver.<br /></span></p>Juan Cruz Lópezhttp://www.blogger.com/profile/06968701469940955288noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1628788449645896510.post-10475015625768838092022-09-20T13:44:00.006-07:002022-09-26T12:14:12.160-07:00Poetas chinos por el páramo castellano<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlB226G6qTQQSr6quXfcRVcVnxG8Xwf9LdE9bpDlI2mWwZQlbuRs5kpCrgu18wAu6Kp2LwYRCbaGJEjVs2y14P-ADBf4yJ-OjF0uij5ljVy_2lcp9iBwfONeidY84d6FIxyulU_0kXHriOLgQiX_QqkIxJzTW87VXmQqmO7lSg5RxsOipLdOHIm_GnJg/s2064/FaYjGCaWAAIv3UB.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1548" data-original-width="2064" height="314" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlB226G6qTQQSr6quXfcRVcVnxG8Xwf9LdE9bpDlI2mWwZQlbuRs5kpCrgu18wAu6Kp2LwYRCbaGJEjVs2y14P-ADBf4yJ-OjF0uij5ljVy_2lcp9iBwfONeidY84d6FIxyulU_0kXHriOLgQiX_QqkIxJzTW87VXmQqmO7lSg5RxsOipLdOHIm_GnJg/w419-h314/FaYjGCaWAAIv3UB.jpg" width="419" /></a></div><p>i</p><p>Este verano ha sido complicado. No lo voy a explicar aquí, pero quedaos con eso. Si miro hacia atrás, pienso en todas las vueltas —una tras otra, una tras otra— que he dado en la cama antes de poder dormir. El imsonio, claro, también es una cuestión de clase.</p><p>Verano complicado, digo, tierra en la boca, polvo en los bolsillos, nubes negras en una cabeza que solo quiere escapar. Pero es imposible.</p><p>ii</p><p>Este verano solo hay dos cosas que me han calmado los nervios; uno: pasear por los caminos devastados del páramo castellano donde vivo desde hace siete años, y, dos: leer a los <a href="http://revistadossier.com.uy/literatura/los-poetas-de-la-dinastia-tang/">poetas chinos de la dinastía Tang</a>. </p><p>De lo primero, me quedo con la paz dolorosa que siempre encuentro cuando paseo, cerca ya del anochecer, por los caminos que atraviesan el eriazo castellano como cicatrices ciegas. De lo segundo, con los poemas <i>sencillos</i> de esos maravillosos poetas chinos; poemas esquivos, luminosos y algo fríos, que parecieran estrellas rutilantes cuya luz nos llegara precisamente ahora, cuando la poesía se parece a una mosca que chocara una y otra vez contra el cristal de las pantallas que no la dejan respirar.</p><p>iii</p><p>Y en todo este desastre, el deslumbrón de los grabados de Otto Dix. Una tarde de principios de agosto, pude visitar <a href="https://www.museoreinasofia.es/exposiciones/posada-isotype-kollwitz-catlett">la sala del Museo Reina Sofia</a> donde han estado expuesto los grabados del pintor alemán. Y entonces el pellizco... Entonces los ojos vueltos sobre la caja negra donde guardo toda esa maraña de sentimientos que canalizo a través de él, de su pintura. Y vuelvo a aquel <a href="http://labandadeloscuatro.blogspot.com/2015/08/la-memoria-compartida-de-otto-dix.html">pequeño texto</a>.</p><p>iv</p><p>Este puto verano, sí, pero aquí sigo. A pesar del insomnio, la mala suerte, el cansancio, la desesperación. A pesar del miedo, el temblor de manos, la lengua seca, la desesperación. A pesar de la desesperación. Y a pesar, también, de lo estúpido de la esperanza que siempre me acaba por sacar del pozo...</p><p>Quiero que llueva durante cuarenta días seguidos. <br /></p>Juan Cruz Lópezhttp://www.blogger.com/profile/06968701469940955288noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1628788449645896510.post-42276097151604956842022-07-25T12:50:00.003-07:002022-07-25T13:02:42.485-07:006 libros para el verano<p>Hace unos meses, aprovechando que <a href="https://descontrol.cat/portfolio/edades-de-tercera/" target="_blank"><i><b>Edades de tercera</b></i></a> ya había salido de imprenta y había recuperado la rutina de escribir prácticamente a diario, me propuse escribir un par de post al mes en este blog, que lleva renqueando desde hace varios años. Como no podía ser de otra manera, el propósito se quedó en agua de borrajas y hoy vuelvo aquí con la sensación de que llego a una bifurcación: o cierro el blog definitivamente o escribo más a menudo en él.</p><p>El caso es que siempre voy anotando ideas o apuntes breves que debieran traducirse en contenidos para este blog, que ya me viene acompañando desde hace once años y que ha resistido el cierre de <i><a href="http://nueva-gomorra.blogspot.com/" target="_blank">Nueva Gomorra</a></i> y <i><a href="http://transhistoria.blogspot.com/" target="_blank">Transhistoria</a></i>, pero esas anotaciones se acaban quedando olvidadas en los trozos de papel de colorines que siempre llevo encima, aprisionados en mi agenda.</p><p>Precisamente por eso, hoy voy a volver a un clásico que nunca falla y que llevo tiempo queriendo retomar en el blog: un listado de recomendaciones. Hablo de seis libros cortos, de los que puedes leerte prácticamente del tirón y que caben en cualquier sitio. Empezamos.</p><p style="text-align: center;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0ZARBEgUjtcY4xbFpfnFlLVT2n32iAb33F-9J9dVvNhoiVlw3jrDAf9j3t-oN5BavmEm4BQvRNB0O3vA8BSaqm3urtM-eZJPN-Y8Q_9KNDP-xNBLyd7VtxLMAJ6vO2yepizYWLwJAJOoeCPY8-ccu8aI_-urruf0HvGG_XeOeqxGqLxiU_LamrDUktg/s4128/20220725_202754.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4128" data-original-width="3096" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0ZARBEgUjtcY4xbFpfnFlLVT2n32iAb33F-9J9dVvNhoiVlw3jrDAf9j3t-oN5BavmEm4BQvRNB0O3vA8BSaqm3urtM-eZJPN-Y8Q_9KNDP-xNBLyd7VtxLMAJ6vO2yepizYWLwJAJOoeCPY8-ccu8aI_-urruf0HvGG_XeOeqxGqLxiU_LamrDUktg/s320/20220725_202754.jpg" width="240" /></a></div><p></p><p style="text-align: left;"></p><p><b><i>El fascismo en Italia</i></b>, de <b>Bolton King</b>, es el útimo que he leído. Publicado originalmente en 1931 y editado maravillosamente por <a href="https://www.contraescritura.com/" target="_blank">Contraescritura</a>, se trata de<span class="css-901oao css-16my406 r-poiln3 r-bcqeeo r-qvutc0"> un texto conciso que cuenta de manera ágil, sencilla y comprometida, el ascenso al poder de los fascistas en Italia.</span> Muy recomendable. <br /></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYkLCam2BMmn7tAUBAtDjrfFhFvfxKRYa1AlnDGJ8U7uBTpUbkwVebSFcGL4NEUd9CCgg6i0r0Ncm96snk4diuVEj7n-vFFY01zo9MWlw3FQOAKrJNeyXLMrHJG3vZl1O32XNhcdA9qY6en2N1cHZonHtLhrzJhG4ZSezpW92cQn82FoLRiabrhhdNkA/s4128/20220725_202815.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4128" data-original-width="3096" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYkLCam2BMmn7tAUBAtDjrfFhFvfxKRYa1AlnDGJ8U7uBTpUbkwVebSFcGL4NEUd9CCgg6i0r0Ncm96snk4diuVEj7n-vFFY01zo9MWlw3FQOAKrJNeyXLMrHJG3vZl1O32XNhcdA9qY6en2N1cHZonHtLhrzJhG4ZSezpW92cQn82FoLRiabrhhdNkA/s320/20220725_202815.jpg" width="240" /></a></div><br />El segundo es uno de los últimos libros publicados por <b>Yayo Herrero</b>. A la escritora madrileña empecé a leerla a mediados del año pasado, en vacaciones, cuando estaba encerrado escribiendo mi ensayo sobre la vejez. El libro en cuestión es <b><i>Los cinco elementos. Una cartilla de alfabetización ecológica</i></b>, publicado por <a href="https://www.arcadia-editorial.com/" target="_blank">Arcàdia</a>. Recuerdo perfectamente que se lo encargué a mi librero justo después de leer esta <a href="https://www.elsaltodiario.com/ecofeminismo/yayo-herrero-gran-reto-generar-diferentes-formas-comunitarias-en-culturas-absolutamente-individuales" target="_blank">entrevista en <i>El Salto</i></a>. <p></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiAowG0kH53kAgfCj9rGTeMIAvgzjjwVTwxyNvT03oSImdxhENDBO-LBlmxV_W8OJP0hpBejd8xnp1wkI1-XMV6We0d9R3zFJ90EKFXvAh2N3V99d2GeP1tm4q02I5HU1ZPkUTDSwEKS1Lp3qHfq9OvoKzkq1zbtXK_J0tnibw0FF8an0uw0mvhAc3v4Q/s4128/20220725_202829.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4128" data-original-width="3096" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiAowG0kH53kAgfCj9rGTeMIAvgzjjwVTwxyNvT03oSImdxhENDBO-LBlmxV_W8OJP0hpBejd8xnp1wkI1-XMV6We0d9R3zFJ90EKFXvAh2N3V99d2GeP1tm4q02I5HU1ZPkUTDSwEKS1Lp3qHfq9OvoKzkq1zbtXK_J0tnibw0FF8an0uw0mvhAc3v4Q/s320/20220725_202829.jpg" width="240" /></a></div><br />Ahora disculpad que barra para casa. <i><b>La revolución deportiva. Anarquismo y deporte en Cataluña (1931-1939)</b></i>, de <b>Gerard Pedret</b>, es el último libro que hemos publicado en <a href="https://piedrapapellibros.com/" target="_blank">Piedra Papel Libros</a> y uno cuyo proceso de edición ha sido más largo y fructífero. Todo empezó con la lectura de un artículo en catalán sobre el Sindicato de Managers y Boxeadores Profesionales de la CNT que leí hace bastante tiempo. Contacté con el autor y le propuse que me pasara el texto en castellano, pero en ese momento se nos vino la pandemia encima, y redefinimos el proyecto, ampliándolo considerablente y, a mi modo de ver, mejorando de manera notable el proyecto inicial.<p></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmhKX-Cbwe0QedWNhh7VQ4M-wHEfcy93eFSiQX2KLgTW36XGOsNSlMCh56lj89Gi8LdZOhRICUKPUcVLO2F-ZokGlvlmB1ze0QkBRKpXs_r0Tksrx0T_XPx8q5wokfQrylXDZ9dK-NVVEMP-JQntQObjvwVbI6nS21TC-jbuyvo7gFiImhJ89o_Yi0Ww/s4128/20220725_202838.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4128" data-original-width="3096" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmhKX-Cbwe0QedWNhh7VQ4M-wHEfcy93eFSiQX2KLgTW36XGOsNSlMCh56lj89Gi8LdZOhRICUKPUcVLO2F-ZokGlvlmB1ze0QkBRKpXs_r0Tksrx0T_XPx8q5wokfQrylXDZ9dK-NVVEMP-JQntQObjvwVbI6nS21TC-jbuyvo7gFiImhJ89o_Yi0Ww/s320/20220725_202838.jpg" width="240" /></a></div><br />El cuarto libro que me traigo aquí es <b><i>El pez negro</i></b>, un libro de cuentos de <b>Martín Lezcano</b>, editado de forma primorosa por <a href="https://www.edicionesfranz.com/" target="_blank">Ediciones Franz</a>, una pequeña editorial con un catálogo cuidado del que tengo varios títulos. La verdad es que no recuerdo si leí esta colección de relatos hace dos o tres años, pero lo que nunca voy a olvidar es cómo me arrasó el relato central del libro, el más largo del mismo, que además da título a la obra. No os cuento nada de él, pero sí que os digo que es un cuento que te hace abrir los ojos en medio de una habitación oscura: esa conciencia olvidada del terror, la violencia y el mal que acompaña al hombre desde que echó a andar.<p></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgs4KVwv7TFAg2jD0BsxKGlyeeutuuWD3-iDCA9goyZ_mZcTK73ktvlNs8jNVRHld4cWMD34fK6iW9a7t2SfqTy2-GGFTZbgGmAvj_fdJ32NVAbAzAXveICyOPO4s2ghMdh5Ac86JwjaioXwm5b8nsVmtOFCl05NX1TdnWwnG_m8ATK2uiTVAdEaK_Nkg/s4128/20220725_202849.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4128" data-original-width="3096" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgs4KVwv7TFAg2jD0BsxKGlyeeutuuWD3-iDCA9goyZ_mZcTK73ktvlNs8jNVRHld4cWMD34fK6iW9a7t2SfqTy2-GGFTZbgGmAvj_fdJ32NVAbAzAXveICyOPO4s2ghMdh5Ac86JwjaioXwm5b8nsVmtOFCl05NX1TdnWwnG_m8ATK2uiTVAdEaK_Nkg/s320/20220725_202849.jpg" width="240" /></a></div><br />Por contra, <i><b>Libros en tiempos de miseria...</b></i> es un ensayo luminoso. <b>José Ardillo</b> vuelve a la carga con una recopilación de artículos sobre libros y autores que pone el acento en la necesidad de retomar una lectura crítica, profunda y reposada, que escape de la inmediatez, la voracidad y la superficialidad de las formas de consumo que promueven las llamadas <i>industrias culturales</i>. Lo edita <a href="https://editorialmilvus.net/" target="_blank">Milvus</a>.<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhuPfP0dw5b9QgBdH2J1MQ4iy3SEb98cNWamn-V6IRLNFzAmUKBrJYwHJd14rZxSSaqQgnsc9rfTkE4oFoMh2ZhLvxQn4QdENLbp3kSXSRi740dBX7ibVn5CqC7tjMVXRAzImDvCFRvY_uG_-Zt2geTftJi1WrnF-s3NBJwHFfTDqchnY4Xw6fhvioWAg/s4128/20220725_203109.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4128" data-original-width="3096" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhuPfP0dw5b9QgBdH2J1MQ4iy3SEb98cNWamn-V6IRLNFzAmUKBrJYwHJd14rZxSSaqQgnsc9rfTkE4oFoMh2ZhLvxQn4QdENLbp3kSXSRi740dBX7ibVn5CqC7tjMVXRAzImDvCFRvY_uG_-Zt2geTftJi1WrnF-s3NBJwHFfTDqchnY4Xw6fhvioWAg/s320/20220725_203109.jpg" width="240" /></a></div><p></p><p>Finalmente, <b><i>Un cuchillo entre los dientes y otros textos</i></b>, de <b>António José Forte</b>, editado por<a href="https://gruposurrealistademadrid.org/ediciones/la-torre-magnetica" target="_blank"> La Torre Magnética</a>, es un libro misceláneo donde, eso sí, los poemas del poeta surrealista portugués acaparan el protagonismo. Si la cosa no se tuerce, dentro de un tiempo se publicará una pequeña reseña que he preparado de este libro imprescindible para acercarse a la obra de un autor, prácticamente desconocido en España, cuya originalidad sigue deslumbrando hoy, más de treinta años después de su muerte.<br /></p>Juan Cruz Lópezhttp://www.blogger.com/profile/06968701469940955288noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1628788449645896510.post-19636897989060483102022-05-30T14:35:00.004-07:002022-05-30T14:35:57.629-07:00Reseña de 'Edades de tercera...' en el periódico libertario 'Todo Por Hacer'<p style="text-align: center;"> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg8YxjMxjaYfUPtxk7K-2oXKfBGym4xoOaOfogXcztC7KlQBEQV-E3Cf-nnZvaYgLXtz-R7rsfGmtlI2isNih5Bi3vOtefX4AHdw4qRkJxosxQvxs4uad-O71C1Ku3iSQRZSaicNqzOwGP8_H4AFXn5FTL08APMVcHN9KsTHLSGFLTgGNKG_9wZ3fYUKw/s1500/1500x500.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="1500" height="154" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg8YxjMxjaYfUPtxk7K-2oXKfBGym4xoOaOfogXcztC7KlQBEQV-E3Cf-nnZvaYgLXtz-R7rsfGmtlI2isNih5Bi3vOtefX4AHdw4qRkJxosxQvxs4uad-O71C1Ku3iSQRZSaicNqzOwGP8_H4AFXn5FTL08APMVcHN9KsTHLSGFLTgGNKG_9wZ3fYUKw/w462-h154/1500x500.jpg" width="462" /></a></p><p></p><p>Dejando a un lado los <a href="https://capitanswing.com/libros/yo-vieja/">trabajos de investigadoras de amplia trayectoria como Anna Freixas</a>,
no es muy habitual encontrar en las secciones de ensayo de las
librerías vinculadas a los movimientos sociales trabajos relacionados
con la vejez. De hecho, más allá de los debates recurrentes relacionados
con el sistema de pensiones y la crítica a los modelos de gestión de
los geriátricos, los temas vinculados a la ancianidad no forman parte de
la agenda de las organizaciones sociales que pretenden una
transformación radical del sistema.</p><p>Por suerte, la editorial catalana Descontrol decidió conceder el <b>Premi Descontrol 2021</b>, en su modalidad de ensayo, a <i><b>Edades de tercera. Historia y presente de una vieja desigualdad</b>,</i>
de <b>Juan Cruz López</b>, un trabajo que, entre otros objetivos, pretende
aterrizar los aportes de la gerontología crítica en el ámbito de la
literatura militante. No obstante, hablamos de una obra llena de
referencias, que parte de un análisis histórico de la construcción
social de la vejez, prosigue desentrañando los debates relacionados con
las tesis del llamado <i>envejecimiento poblacional</i> y acaba
realizando un análisis sociológico de las distintas formas de edadismo
presentes en nuestras sociedades, incluyendo la violencia (o más bien,
violencias) que padecen los ancianos y ancianas.</p><p>En todo caso, el
enfoque del autor pretende hacer valer la necesidad de conectar la lucha
contra el edadismo con el resto de luchas que aspiran a poner la vida
en el centro de los intereses públicos; tal y como se explica en el
texto de la cubierta: </p><p>«Conectar, además, los análisis sobre las
formas de violencia contra los mayores con aquellas investigaciones que
pretender desvelar cómo el poder margina los cuerpos que no son
rentables para el sistema, se nos antoja imprescindible si queremos
aspirar a una crítica integral del modelo político, económico, social y
cultural en el que vivimos, y que sin duda nos conforma».</p>Juan Cruz Lópezhttp://www.blogger.com/profile/06968701469940955288noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1628788449645896510.post-62066611243952938352022-05-07T12:05:00.003-07:002022-05-07T12:17:09.209-07:00Edades de tercera<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyFzXPQ0Z9bBpqpiDvn6goB0J2dRvWhAcZdgYrTmQyyk1mPSawcQ-I5V-Xku5GXK9o5AvWd9u5ji3Mw7wSmZBA4jBxW2vzb8oJ3hJFcokqipCQ6bvjwuHvnXWRfpXpL-hM-vCYUv9qOGymaa0kHbAVXLRAas4YaQC5cAMWngPEBLS99EjKpV37dxygcw/s1920/Portada.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1920" data-original-width="1355" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyFzXPQ0Z9bBpqpiDvn6goB0J2dRvWhAcZdgYrTmQyyk1mPSawcQ-I5V-Xku5GXK9o5AvWd9u5ji3Mw7wSmZBA4jBxW2vzb8oJ3hJFcokqipCQ6bvjwuHvnXWRfpXpL-hM-vCYUv9qOGymaa0kHbAVXLRAas4YaQC5cAMWngPEBLS99EjKpV37dxygcw/s320/Portada.jpg" width="226" /></a></div><br />Vuelvo al blog con <b>Edades de tercera</b> fuera de imprenta. Después de dos años de investigación y escritura, en los que he tenido que escribir el libro durante los fines de semana, vacaciones y en los ratos sueltos que he podido sacar, tener el libro ya colocado en librerías es una alegría, pero también un acicate para seguir trabajando el tema. Ahora toca la promoción, presentar el texto donde se pueda y propiciar la aparición de los debates necesarios en el seno de los movimientos sociales.<p></p><p>En todo caso, tengo claro que esta es la primera fase de un trabajo de investigación que tiene que seguir creciendo, combinando la escritura de nuevos textos con el desarrollo de propuestas de intervención que espero elaborar con amigos y compañeras interesadas en los problemas de la vejez desde hace mucho tiempo. Ya tengo algunos nombres en la cabeza. Por otro lado, es imprescindible que las organizaciones sociales enfrenten los debates sobre las problemáticas asociadas al futuro de la vejez con el utillaje necesario para hacer frente a los discursos promovidos por los <i>think tanks</i> vinculados a los bancos, las aseguradoras y las empresas farmacéuticas.</p><p>Queda mucho por hacer por tanto... Y espero que este sea mi pequeño granito de arena. Como en todas las luchas que implican poner el beneficio colectivo por encima de los intereses espúreos de una minoría, es imprescindible que seamos muchos, y para eso necesitamos generar conciencia, interés por el asunto, compromiso personal. Nos jugamos mucho en ello. Para empezar, cómo vamos a vivir buena parte de nuestra vida en el futuro. No podemos dejar que quienes tienen la sartén por el mango en la economía y la política, nos marquen el camino a la hora de hacernos viejos. Manos a la obra pues.<br /></p>Juan Cruz Lópezhttp://www.blogger.com/profile/06968701469940955288noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1628788449645896510.post-58622031759057294302022-03-28T23:50:00.003-07:002022-03-28T23:52:32.136-07:00Sociedades secretas en "el valle del terror"<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEga_-fcdxVWo0_WqreIEM_IFWm4jnh4Rm7w0KhaqAtL8cNvugev3sctmp5ZmnkO7QFJ1hZ7V0YRul45b7j9jO42tvt89mRbh8CysKkt_25PmUJYjdFZ9N_Pr7jP_74Km1aBQBC1SahdR-6DMmAHWKTKcSspjZ7tSTl1GUGkDQNH1rP-slud6QVkuuSK3A/s440/page1-440px-The_Strike_in_the_Coal_Mines_-_Meeting_of_Molly_M'Guire_Men.pdf.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="300" data-original-width="440" height="218" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEga_-fcdxVWo0_WqreIEM_IFWm4jnh4Rm7w0KhaqAtL8cNvugev3sctmp5ZmnkO7QFJ1hZ7V0YRul45b7j9jO42tvt89mRbh8CysKkt_25PmUJYjdFZ9N_Pr7jP_74Km1aBQBC1SahdR-6DMmAHWKTKcSspjZ7tSTl1GUGkDQNH1rP-slud6QVkuuSK3A/s320/page1-440px-The_Strike_in_the_Coal_Mines_-_Meeting_of_Molly_M'Guire_Men.pdf.jpg" width="320" /></a></div><p> i</p><p>No me pude librar. Hace un par de meses pasé unos cuantos días de aislamiento por culpa del coronavirus. Por suerte, solo tuve un poco de fiebre durante los primeros días y un molesto dolor de espalda a partir del tercer o cuarto día de encierro. La verdad es que no tenía muchas ganas de leer nada de ensayo ni artículos ni nada que tuviera que ver con Piedra Papel Libros, por eso cogí una novela que llevaba mucho tiempo en la estantería y que no sé muy bien cómo llegó hasta mí; me refiero a <b><i>El valle del terror</i></b>, de <b>Arthur Conan Doyle</b>, una de las novelas protagonizadas por Sherlock Holmes. </p><p>ii</p><p>Digo que la novela está protagonizada por Sherlock Holmes, pero no es del todo correcto, ya que la segunda parte del libro, que lleva por título <span>«Los Chirrioneros», tiene como protagonista colectivo a una sociedad secreta de mineros de origen irlandés, la <b>Ilustre Orden de los Hombres Libres</b>, que controla de manera mafiosa todos los resortes de la sociedad del valle de Vermissa, en Estados Unidos.</span></p><p><span>La verdad es que me sorprendió bastante toparme con numerosas alusiones a la clase obrera norteamericana en la novela. De hecho, más allá de la manera en la que Conan Doyle retrata a esta sociedad secreta, formada fundamentalmente por proletarios de la industria minera, <i>El valle del terror</i> permite que nos hagamos una idea de la sociología de esas zonas de los Estados Unidos que a finales del siglo XIX fueron un foco de atracción para los trabajadores europeos que huían de la miseria.</span></p><p><span>iii</span></p><p><span>Leyendo un poco a propósito de la novela en internet, he visto que la Ilustre Orden de los Hombres Libres podría ser el trasunto de una sociedad secreta formada por irlandeses, los <a href="http://www.agenteprovocador.es/publicaciones/molly-maguires"><b>Molly Maguires</b></a>, que también estuvo activa en algunas zonas de Estados Unidos. Por otro lado, esta parte de <i>El valle del terror</i> me ha hecho recordar algunos de los fragmentos de <a href="https://es-contrainfo.espiv.net/files/2013/10/Sociedades-Secretas-Contra-el-Estado_lectura.pdf"><b><i>Sociedades secretas contra el Estado</i></b></a>, un fanzine muy recomedable que editó en su día <a href="https://levantafuego.com/"><b>Antipersona</b></a> y que puede encontrarse fácilmente en internet.</span></p><p><span>Sociedades clandestinas, grupos tabernarios, redes secretas de afinidad... Han sido muchas las formas en la que los trabajadores se organizaron para enfrentar las peores consecuencias del capitalismo en los primeros años de la Revolución Industrial. No todo fueron partidos y sindicatos. Que las ficciones reflejen esta realidad nos habla, además, de la importante influencia social que tuvieron en su día. En todo caso, me da la sensación de que queda mucho por investigar en todo lo relacionado con este tema; también en España. Que alguien se anime. <br /></span></p>Juan Cruz Lópezhttp://www.blogger.com/profile/06968701469940955288noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1628788449645896510.post-69147082571917295822022-02-28T13:07:00.003-08:002022-02-28T13:09:46.764-08:00De vuelta a La Caja...<p style="text-align: center;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhkGWzyHqyE85hEWIWIKIi0ZH8YTCtN29dACRCNb98jw9zymiiD0_3EqCf70ZQKGm96ZK9HYRWdfAdoyrbdw8aGSyB6ckA87XOlN517lssi0vwpCbi2VT_ypDiWM3sdfMAE3rSyL64bS4Es5ZoOqXN-kheM-1IbCQDoIgYS-naOyHGtX1qIDYEenk_X5Q=s1779" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1779" data-original-width="1000" height="417" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhkGWzyHqyE85hEWIWIKIi0ZH8YTCtN29dACRCNb98jw9zymiiD0_3EqCf70ZQKGm96ZK9HYRWdfAdoyrbdw8aGSyB6ckA87XOlN517lssi0vwpCbi2VT_ypDiWM3sdfMAE3rSyL64bS4Es5ZoOqXN-kheM-1IbCQDoIgYS-naOyHGtX1qIDYEenk_X5Q=w235-h417" width="235" /></a></div><br /><p></p><p>Tengo la sensación de que el primer recital de <b><a href="http://labandadeloscuatro.blogspot.com/2020/03/la-caja-de-lot-y-caja-de-formas-una.html">La Caja de Lot</a> </b>se organizó hace mil años. Ha pasado tanto tiempo... La Caja de Lot es un ciclo poético al que dimos forma <b>Sergio R. Franco</b>, <b>Yolanda Ortiz</b>, <b>Ángel Rodríguez </b>y un servidor. La idea era juntarnos el último viernes de cada mes para pasar una noche juntos, acompañados de un par de poetas, celebrando la vida entre amigos y literatura. </p><p>Este viernes, 4 de marzo, a las 20:30, vuelvo a La Caja... Además lo haré acompañado de mi compañera, que recita conmigo. Ya no recuerdo la última vez que recité en Jaén, pero seguro que será especial volver a encontrarme con los amigos que me han acompañado en el camino todos estos años. Todavía no sé los poemas que voy a leer, pero no importa; seguro que al final encuentro algo.</p><p>¡Nos vemos en La Caja...! <br /></p>Juan Cruz Lópezhttp://www.blogger.com/profile/06968701469940955288noreply@blogger.com0