domingo, 27 de mayo de 2012

La memoria fértil de Patricia Heras

Es poco, lo sé, para mantener viva la memoria de Patricia Heras, pero qué menos. Ha pasado algo más de un año de su muerte y todavía nos quedamos fríos. No olvidaremos, desde luego que no. La memoria es limpia y ancha y nos hace fuertes y anchos a la vez. A veces pienso que ya no nos caben tantos muertos dentro. Sí, claro que nos caben... La vida como un tachón. Palabras enterradas para encontrar las nuestras. Palabras enterradas para encontrar futuro. Una tierra regada con la memoria de los que se quedaron atrás. No está la tierra yerma.

martes, 22 de mayo de 2012

De Cuenca sobre Iribarren

Pincha entre las sombras y podrás leer con claridad. A veces bucear entre tinieblas es la única manera de acabar viendo más claro.

domingo, 13 de mayo de 2012

Remarque, sus libros y los lectores de Cénit

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Devuelvo Sin novedad en el frente, de Remarque, y David me deja de piedra. Me saca un libro viejo, muy viejo, de 1931, que le ha comprado a Rafa. Lo publica Cénit, editorial de la que ya hablé aquí. Se trata de Después, que según David es una continuación de Sin novedad en el frente.

Miro la portada y sé que he leído algo antes sobre este libro. Voy a la Biblioteca fantasma. Le echo un ojo y aparece: es una entrada sobre Cenit en la que aparece la obra de Remarque. Os la recomiendo.

David me anuncia que Después recrea la vida de algunos soldados alemanes que sobrevivieron a la I Guerra Mundial. Volvemos a Alemania, volvemos a la República de Weimar. Ya he dicho en varias ocasiones que me interesa especialmente ese cronotropo. Ahora toca disfrutar y tomar notas, reventar el cuadernillo con apuntes sobre el paisaje crepitante de la Europa de esos años.

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Mis amigos, los que me regalan libros, los que me los prestan, me sostienen. Un libro es capaz de remediar la cojera de una mesa y de poner en orden la cabeza de un lunático. Yo me asomo a la ventana y ya no aúllo. 

Hace calor, me tiro al suelo, abro las páginas de esta edición antigua, y pienso en los lectores desterrados que casi con toda seguridad abandonaron este libro a su suerte. Lectores expatriados. Lectores exiliados. Lectores que quizá pensaron como Martín Echenique.

Los lectores de Cénit solían ser obreros catalanes que cuando salían de la fábrica no iban al bar ni a jugar a las cartas. Los lectores de Cénit, sin embargo, los que luego murieron, los que fueron desterrados, cuando salían de trabajo iban al ateneo, a leer y a charlar, a construir ―decían, decimos, digo― el mundo nuevo que llevaban en el corazón.

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Tirado en el suelo, leo con ellos. Solo dejaron sus libros.

lunes, 7 de mayo de 2012

mínimas








Esto que veis aquí es una breve colección de poemas que escribí hace más de diez años. Poemas... Bueno, tal vez no sean ni eso; quizá apuntes al vuelo. Mínimas es una publicación fanzinera de la que saqué no más de cincuenta copias y que repartí entre mis colegas, entre ellos los poetas renegados de la Poetica Seminarii. Por entonces tampoco teníamos miedo.  

jueves, 3 de mayo de 2012

Contraconsejos de la mujer de Modigliani


El manual nos dice que es necesario sentarse todos los días a la misma hora, tener la cabeza despejada y una luz óptima. El manual nos recomienda escuchar música clásica, dormir ocho horas  y hacer algo de footing. El manual nos aconseja llevar una dieta sana, beber siempre con moderación y, por supuesto, no perder el tiempo con compromisos políticos ni quehaceres varios como trabajar o criar un par de hijos. El manual nos anima a que llevemos un diario y a leer lo suficiente como para  aprender el oficio de la mano de los maestros. El manual nos dice que siempre es conveniente hacer copias de seguridad de nuestros ficheros de texto y escanear nuestras libretas. Por último, el manual nos asegura que si hacemos caso de todas estas recomendaciones, llegaremos a ser escritores de éxito. Pero lo que el manual no dice es que para seguir todos estos pasos muchos de nosotros necesitariamos una vida nueva y reluciente con la que ni tan siquiera podemos soñar.